El detective Robert Wells vivió una escena del crimen sacada de una película de horror. Katherine Knight, una mujer nacida en Australia, de 44 años, asesinó a su amante de 37 puñaladas y lo cocinó para comérselo junto a sus hijos.

El investigador descubrió el atroz asesinato justo cuando estaba cocinando la cabeza para comerla. Distintas partes del cuerpo ya la habían comido, sin embargo, habían más trozos de carne de su cadáver almacenado “para después”, publicó The Sun.

Mujer apuñala 37 veces a su amante y se lo come junto a sus hijos

John Price, nombre de la víctima, fue asesinado por su amante en el año 2000. La mujer, quien trabajaba en un matadero, implementó sus habilidades para ejecutar el crimen.

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Katherine Knight apuñaló 37 veces a su amante, lo desolló, lo decapitó y picó el cuerpo en trozos pequeños para cocinarlo poco a poco. La mujer colocó los pedazos de su carne en ganchos especiales, como si se tratara de una res.

El detective Wells junto con otros funcionarios lograron increpar a la mujer justo cuando su cabeza la había “preparado” y la estaba guisando en una “gran olla” y la serviría junto con un plato de papa, calabaza, remolacha, calabacín, repollo y salsa, según el reporte de la policía.

Ya Knight había comido partes de su cuerpo. “Nunca se va a ir de mi mente”, recuerda con horror el detective, asegurando que aún tiene “malos sueños y pesadillas”.

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La mujer aseguró a las autoridades que cometió el crimen porque sufrió maltrato por parte de su pareja. Estaba bajo los efectos de sustancias psicotrópicas y afirmaba no recordar nada. Además, fueron entrevistadas sus exparejas y todos coincidieron en que era una mujer violenta.

Katherine Knight, quien hoy tiene 66 años de edad, se convirtió en la primera mujer en la historia de Australia en ser condenada a cadena perpetua sin opción a libertad condicional. (I)

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