El Metro de Quito ha traído una serie de factores que resultaron nuevos para la ciudadanía. El modo de pago con la cédula, uso de una tarjeta de la ciudad, un servicio de transporte subterráneo, todo ha sido nuevo.

Al ser el primer proyecto de este tipo exigió que todos los que tienen que ver con su funcionamiento se capaciten con expertos internacionales, pero que involucren esos conocimientos con la realidad de la capital.

Desde el 1 de diciembre, fecha que arrancó oficialmente la operación comercial del Metro, se han registrado pequeños incidentes que se van corrigiendo sobre la marcha.

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Las largas filas por habilitar la cuenta en las taquillas todavía se mantienen en varias paradas, los intercomunicadores en los trenes presentan ciertas falencias, pero son pequeños detalles que estarían en proceso de mejora.

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Durante la primera semana de operaciones se ha registrado un intento de robo, un pasajero que fue descubierto dañando una de las ventanas de un tren, y una persona que denunció haber perdido su teléfono móvil, pero después lo encontró.

La Policía Nacional creó un grupo de coordinación de Seguridad Ciudadana para el Metro de Quito que esta conformado por 247 servidores policiales, quienes tienen la misión de precautelar por la vida y seguridad de los usuarios de este sistema de transporte.

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Germán Luzuriaga, coordinador de Seguridad Ciudadana para el Metro de Quito, es quien comanda este grupo de agentes policiales.

El oficial explicó que esta experiencia ha sido un reto importante, tomando en cuenta que este tipo de transporte es nuevo en el país.

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“Es prácticamente un nuevo territorio que se desarrolla en subterráneo. Todas las operaciones policiales que nosotros hemos venido desarrollando a lo largo del tiempo han sido en superficie, pero es la primera vez que nosotros tenemos que adaptarnos a esa realidad, que es el servicio de la seguridad ciudadana en subterráneo”, agregó.

Sin embargo, los resultados son positivos, considerando que la extensión que tienen a su cargo es de 22 kilómetros de distancia, tienen 15 paradas, cinco de ellas son estaciones intermodales, es decir, conectan con otros servicios de transporte.

Una de las estaciones en las que enfocan sus esfuerzos es la de Quitumbe, en el sur de la ciudad. Esta estación está ubicada junto a las terminales de Ecovía, Trolebús y la terminal terrestre que tiene la llegada y salida de transporte interprovincial e internacional.

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Uno de los limitantes que se creería tienen los agentes que están dentro de las paradas es la comunicación, pues no existe señal de celular en las mismas. Pero, Luzuriaga señaló que el trabajo es coordinado e interinstitucional, esto permite solucionar varios de los inconvenientes.

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El proyecto cuenta con un sistema de telecomunicaciones interna que funciona con fibra óptica a lo largo de todo el túnel.

Esto permite una comunicación por medio de repetidoras entre las estaciones. Además, se creó una interfaz que facilitó la comunicación con superficie. Así, el jefe del grupo policial atendió una entrevista desde la superficie, pero escuchaba todo lo que pasaba dentro del túnel.

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Luzuriaga añadió que como quiteño es un orgullo personal estar a cargo del trabajo de seguridad ciudadana para los miles de pasajeros que se trasladan diariamente.

“El sistema de vigilancia y coordinación que tiene el Metro de Quito es muy seguro, eso nos permite tener respuesta inmediata en cualquier tipo de incidente, ese es el trabajo de este equipo de valientes hombres y mujeres que velarán por mantener seguros a los ciudadanos”, expresó.

¿Cómo se actúa ante una emergencia?

Cuando un usuario identifique un robo o sea víctima de un delito podrá presionar el botón intercomunicador que se encuentra plenamente identificado en los vagones del tren. Los operadores del Puesto Central de Control (PCC) deberán emitir una alerta a los agentes.

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Los servidores policiales esperarán en la parada más próxima para tomar procedimiento. Los trenes como los andenes y gradas cuentan con cámaras de seguridad, los espacios se encuentran bajo monitoreo constante.

En el caso de ser víctima de acoso, las personas podrán decir la palabra “Cero”, los funcionarios entenderán el tipo de emergencia y destinarán el comunicado a las filas policiales, también se destinará personal municipal para que acompañe en el proceso judicial. (I)