Más de 500 habitantes de la parroquia Calderón, en el extremo norte de Quito, no cuentan con un servicio permanente de agua potable. Los moradores madrugan para abastecerse del líquido para todo el día. En época de verano incluso llegan a tener el servicio solo dos horas al día.

Según José Juma, representante de la Comisión de Seguimiento de Agua Potable y Alcantarillado de los sectores Bellavista y San Juan de Calderón, son más de 250 barrios los afectados por la falta de agua potable.

El Municipio de Quito, a través de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), anunció el inicio de construcción de la primera fase del proyecto Paluguillo-Calderón. Esta obra tiene previsto trasladar el líquido desde la planta de Paluguillo, ubicada en la parroquia Pifo, en el nororiente de la capital, hasta Calderón.

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Esta primera fase, a un costo de $ 49,6 millones, contempla 14,4 kilómetros de tubería de 1.400 milímetros desde Paluguillo hasta Puembo. La conexión permitirá trasladar 1.300 litros por segundo a la parroquia que se mantiene con llegada esporádica de agua.

Además, desde la Epmaps se informó que al ser un proyecto a largo plazo, con una duración de 40 meses, se tiene previsto un plan emergente para trasladar agua potable desde Carcelén hasta que se complete la obra.

El costo total de toda la obra es de $ 221 millones, financiados por una alianza estratégica del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fonprode y Epmaps.

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También se contempla la ampliación y mejoramiento de las plantas de tratamiento de Bellavista y El Troje, la construcción de 16 km de redes primarias y de distribución; 39 km de líneas de conducción; la optimización de 30 sectores hidráulicos y la instalación de 444 medidores de caudal de última generación para grandes consumidores.

El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, aseguró que con este proyecto, las familias de Calderón podrán contar con agua para los siguientes 30 a 40 años, sin intermitencias. (I)