Ambato

“Soy un paciente terminal, con la salud no se juega, sin diálisis no podemos vivir. No queremos morir”, y “únete pueblo, únete a luchar por la salud de los pacientes renales de hemodiálisis”, eran parte de los carteles que se exhibieron por familiares y pacientes con dolencias renales que hicieron un plantón en la Gobernación de Tungurahua.

En ese sitio se agruparon este miércoles, 17 de abril, para pedir que el Gobierno cancele lo adeudado a las clínicas que les brindan estos servicios.

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Nelly Álvarez contó que su esposo, Juan Veloz, es paciente que antes acudía tres veces a la semana a las terapias de hemodiálisis, pero debido a la falta de pagos a la clínica en donde le atienden ahora solo lo acude dos veces por semana.

“Dicen que debemos esperar hasta julio, que tal vez se arregle la deuda, pero un paciente en las condiciones de mi esposo no ha de llegar, porque se está haciendo las hemodiálisis menos un día a la semana. Por eso estamos en los plantones en el Seguro Social y en la Gobernación, para que ojalá las autoridades se sensibilicen”, aseveró.

Vidal López recordó que desde hace tres años acude a las terapias de diálisis, pero ahora el temor es perder la vida porque en la clínica por falta de pagos hay problemas de insumos y asimismo solo reciben el tratamiento dos veces por semana, cuando antes eran tres.

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“Esto se va a complicar porque nos dicen que si no hay los pagos se verán obligados a hacernos una diálisis por semana. Nosotros necesitamos las tres diálisis para vivir, por esa razón, el Gobierno nacional debe tomar cartas en el asunto de manera inmediata para tener una oportunidad de vida”, aseveró López, mientras sostenía un cartel sentado en una silla de ruedas.

Marcelo Espín, en representación de la clínica Dial Vida, comentó que se brinda servicio a pacientes con insuficiencia renal crónica y estos usuarios se realizan hemodiálisis tres veces a la semana, pero por las deudas del Ministerio de Salud Pública y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por poco más de un año, que es de casi $ 2 millones, los proveedores ya no les despachan los insumos para los tratamientos.

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Argumentó que con los pocos insumos que consiguieron se suspendió la hemodiálisis de la mitad de semana, con el fin de alargar un poco más el stock, pero que el temor es que, si no hay pagos en estos días, la próxima semana las bodegas quedarán vacías y ya no se podrá atender a los pacientes.

“Todas las clínicas que brindamos este servicio estamos en las mismas condiciones”, apuntó. (I)