Una ‘colada continua’ de acero líquido, al rojo vivo, que sale desde un horno cuchara a 1.500 °C, se vierte hacia moldes en los cuales se forman unas palanquillas o lingotes del mismo material. El sitio despide un calor fortísimo del cual se resguadan los trabajadores con trajes, cascos y protectores faciales especiales. La temperatura y los colores rojizos encendidos dan la idea de estar en el infierno. Se trata del corazón de la acería de Novacero, ubicada en la planta de Lasso, Cotopaxi. Ese material incandescente luego se convertirá en varillas de construcción, ángulos, platinas, mallas electrosoldadas, láminas de zinc, duratecho, alambrón, entre otros.

La empresa Novacero cumple 50 años desde su fundación en 1973 como ARMCO y su nueva etapa a partir de 1992, cuando se convirtió en Novacero, con tres plantas, en Quito, Lasso y Guayaquil. Y la plantilla gerencial celebró este jueves, en la planta de Lasso, ese aniversario abriendo sus puertas a proveedores, accionistas, autoridades, clientes, medios de comunicación para que conozcan por dentro su operación.

Ese día se aprovechó para inaugurar oficialmente el nuevo tren de producción que permite producir alambrón con costos competitivos y de forma continua. El gerente general, Ramiro Garzón, explicó que la alimentación de las materias primas pasan en caliente hasta obtener el producto terminado. Así, cuando sale el producto se ven como aros de fuego.

Publicidad

Para el presidente ejecutivo, Luis Villacrés, llegar a cumplir la respetable edad de 50 años no es fácil para una empresa, en estos tiempos de pandemia y de guerras mundiales y más aún si es una empresa en Ecuador, en donde los problemas económicos y políticos están a la orden del día. Aseguró que obtener financiamiento es muy complejo en el país y por ello la empresa misma se ha autofinanciado. Así, en 30 años se han generado $ 305 millones en utilidad, de la cual se ha reinvertido el 90 % y 10 % ha ido para repartición de dividendos. “Conscientes que esa es la única manera de crecer”, dice Villacrés.

Los trabajadores también contaron sus historias, y cómo el ser parte de la empresa les cambió. Como cuando uno de ellos decidió presentar su currículum en la garita de la empresa y esperaba que le llamaran. Sin embargo, la llamada llegó justamente cuando estaba a punto de entrar a un partido clave de su equipo de fútbol. Ante la encrucijada decidió ir a atender la oportunidad de trabajo y no se arrepiente. O cuando otro trabajador tuvo un grave problema de salud y requirió 40 pintas de sangre y varios de sus compañeros llegaron en buses de la empresa hasta el hospital para apoyarlo.

Publicidad

La empresa ha crecido de manera exponencial desde 1992, cuando cambió de accionistas y de nombre. En ese año ya se procesaban 17.000 toneladas de productos y se facturaba $ 12,8 millones al año, con 211 colaboradores. En 2023 la empresa se convirtió en líder con procesamiento de 310.000 toneladas de producción y $ 390 millones de facturación con 1.288 colaboradores.

Publicidad

Chatarra que se usa como materia prima en la empresa Novacero, ubicada en Lasso, cerca de Latacunga, en la provincia de Cotopaxi. Esta empresa cumple 50 años en el mercado. Foto: Alfredo Cárdenas.

El proceso de producción empieza con la consecución de la materia prima. Es que la empresa calificada como ecoeficiente por el Ministerio del Ambiente, por su proceso de reciclado, genera sus productos en el 62 % de chatarra metálica reciclada.

En uno de los espacios abiertos, dentro de la planta de Lasso que mide 20 hectáreas, se levantan unas 42.000 toneladas de montañas de escombros de metal. Hay de todo: se alcanzan a ver electrodomésticos inservibles, partes de autos, estructuras de tanqueros, esto se funde con otros materiales ferrosos para obtener el acero. Incluso un día llegó un vagón de ferrocarril, pero al final se decidió -antes que fundirlo- mejor guardarlo para que sea parte de la decoración de la planta.

Publicidad

Para abastecerse de esta materia prima, la empresa ha creado Novared, compuesta por 100 microempresarios con 91 puntos de reciclaje y que brinda empleo a 12.000 recicladores. La empresa también se considera ecoeficiente, pues el 99 % del agua que se utiliza en la operación es reciclada, mientras el 1 % se evapora. También tienen un proceso eficiente de consumo de electricidad. Así en 30 años, la empresa ha logrado procesar 2 millones de toneladas de chatarra metálica, asegura Ramiro Garzón, gerente general de la empresa.

Ya en los centros de elaboración de mallas electrosoldadas y rollos trefilados, la maquinaria que trabaja el acero en frío se maneja con un sistema muy parecido a las máquinas textiles. Ahí se ven los hilos y los telares, pero metálicos.

Fábrica Novacero, ubicada en Lasso, cerca de Latacunga, en la provincia de Cotopaxi. Foto: Alfredo Cárdenas.

Los productos obtenidos van dirigidos especialmente al mercado nacional en un 90 %. Este año, la meta es llegar a exportar un 10 %. Los principales destinos actuales de exportación son Bolivia, Centroamérica, Perú y Colombia. (I)