El ministro de Economía y Finanzas, Mauricio Pozo, dice que los personeros del Fondo Monetario Internacional (FMI) entienden los motivos para el diferimiento del envío de la Ley de Defensa de la Dolarización que es parte del acuerdo financiero. A tres meses de terminar el Gobierno, Pozo evalúa los logros y las tareas pendientes para los siguientes 90 días.

¿La falta de envío y aprobación de la ley, que estaban previstos para febrero, afectan el acuerdo con el FMI?

El convenio establecía que debía enviarse la ley a principios de enero y esto significaba tenerla aprobada para principios de febrero. Pero cuando se firmó el convenio en septiembre era imposible pronosticar que el Comité de Administración Legislativa (CAL) iba a tener cuatro de sus siete miembros en campaña electoral y por tanto no tenía quórum de recibir y tramitar la ley, porque además no tiene suplentes. Esto ha sido conversado, negociado y entendido por el FMI.

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¿Entonces hay un nuevo plazo para la entrega?

En la visita que hice en diciembre al FMI conversé con Kristalina Georgieva y ha habido total apertura. Pero además la ley se empezó a usar para temas políticos y han empezado a decir barbaridades como que queremos privatizar el Banco Central del Ecuador (BCE); nada más alejado de la realidad. Por esa razón hemos estado analizando, y esto no depende solo de mí, sino del equipo político, el mejor momento para el envío. Así, en total acuerdo las palabras del FMI fueron “ustedes envíen la ley cuando estimen necesario”. Lo vamos a hacer, por supuesto, en los próximos días.

Usted ha dicho que se podría modificar el proyecto. ¿Qué cambios se podrían dar, de acuerdo con las conversaciones con los bloques?

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Yo he conversado con líderes de partidos como CREO y el PSC y me han dicho que entienden la necesidad, no le ven mayor problema, pero que van a revisar la ley. Eso es entendible, ese es su trabajo. En la práctica, si hay arreglos y ajustes que le mejoren a la ley no nos oponemos, pero no reformas que alteren el espíritu de la ley. Queremos que la ley se apruebe no solo porque es parte del convenio con el FMI, sino porque garantiza la independencia del BCE y protege la liquidez y la dolarización.

Si se logra aprobar la ley hasta principios de abril, ¿cuándo llegaría el nuevo desembolso y de cuánto sería?

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El convenio se firmó por un monto total de $ 6.500 millones en 27 meses. Los $ 4.000 millones, es decir, el 60% ya se desembolsó el año pasado. El 2021 tiene una frecuencia de metas distintas, hay revisiones cuatrimestrales para llegar a un total de $ 1.500 millones. Así, al cierre de abril se esperaría un desembolso de $ 450 millones. Sin embargo, como en mayo ya hay cambio de gobierno, no está claro si el desembolso llegará en este Gobierno o ya en el próximo. Obviamente, el siguiente Gobierno puede decir no quiero el programa, pero debe ver cómo cubrir el déficit fiscal. Nosotros hemos cumplido con holgura las metas.

¿Qué sucedería de no aprobarse la ley y si se continuará usando dinero del BCE -como lo hizo el anterior Gobierno- supuestamente para reactivar la economía como han dicho ciertos candidatos y asambleístas electos?

Esos dineros no pueden ni debieron usarse. No es plata del Gobierno. La reserva está compuesta por una parte de depósitos de los clientes del sistema financiero, otra parte de dineros de la Seguridad Social, que también es de los afiliados, otro segmento es de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD). Ya no se puede actuar como lo hizo el anterior Gobierno, cuando se cogieron $ 8.000 millones: $ 6.000 millones para el presupuesto y $ 2.000 millones para banca pública. Se gastaron como quisieron y mucho de ello en procesos con corrupción. El BCE no es un banco comercial, es un banco de reservas. Podrían hacerlo a la fuerza sí, pero ahora ya vemos los resultados: un BCE descapitalizado, con descalce entre activos y pasivos.

Sobre el cumplimiento de metas, ¿cuáles son esas cifras que se han conseguido?

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El déficit fiscal del 2020 estaba estimado en $ 8.700 millones, y cerramos en $ 7.700 millones, es decir, $ 1.000 millones menos. Por eso no hubo tanta premura en conseguir el financiamiento de China. Ahora estamos cerrando los números definitivos del 2020 y probablemente incluso sea menor ese déficit. Las reservas no han bajado desde agosto de entre $ 5.000 millones y $ 7.000 millones, en los últimos meses. La recaudación tributaria va bien y la liquidez subiendo 10% por año, tenemos superávit comercial. Estamos saliendo de una crisis espantosa. Para este año el déficit sea de $ 3.900 millones y el tamaño del Estado se reduciría en al menos $ 3.000 millones.

¿Qué logros destaca de su gestión y qué podrá hacer en estos últimos tres meses, considerando la coyuntura política?

Nosotros nos hicimos cargo el 7 de octubre, por lo que llevamos un poco más de cuatro meses en funciones y llegaríamos a los 7 meses en mayo. Considero que hasta el momento hemos profundizado el programa de estabilidad económica, se ha robustecido la política fiscal, y con ella las cifras que antes mencioné. Se ha fortalecido el convenio con el FMI. Hemos introducido la reforma a la ley anticorrupción. Hemos preservado la independencia en la fijación del precio de los combustibles con las bandas, y creado una fórmula para la fijación del salario sin los tira y afloja políticos. Hemos profundizado la reducción del tamaño del Estado y hemos suscrito un acuerdo con la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC). Entre tanto, en el tiempo que resta, vamos a continuar trabajando en las reformas legales. Por ejemplo, la Ley del Mercado de Valores; las estructurales que vamos a dejar para el siguiente Gobierno: tributaria, laboral, de pensiones. (I)