Ellos son distintos. La era tecnológica transformó sus gustos, hábitos, objetivos, pensamientos y hasta sus dinámicas de interacción social. Son diferentes porque nacieron cuando el mundo ya era otro. El internet dio un giro a sus vidas y cambió lo que hasta los años 80 era un sistema que basaba el acceso a la información exclusivamente en la radio, prensa y televisión.

La generación Y, más conocida como millennials (nacidos entre 1981 y 1994), y la generación Z, también llamada centennials (nacidos entre 1995 y 2010), son niños, adolescentes y jóvenes 100% digitales. No imaginan sus vidas sin smartphones, consolas de video o aplicaciones. Son consumidores exigentes e innovadores.

En Ecuador, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos, hay 3,9 millones de millennials (23% de la población total) y 5,4 millones de centennials (32% de la población total). Aunque estas generaciones poseen algunas similitudes tienen grandes diferencias.

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Según Max Núñez, coordinador técnico de la Fundación E.dúcate, el uso de la tecnología es fundamental para el desarrollo de estas generaciones. “Los millennials marcaron un antes y un después en cuanto al uso de internet y la tecnología, pero los zetas se caracterizan por estar hiperconectados. También se diferencian en cómo consiguen metas. Los millennials se enfocan en objetivos a mediano y largo plazo; los Z, a corto plazo y son mucho más arriesgados”, dice.

Además, el especialista sostiene que la revolución tecnológica también cambió los parámetros educativos. “El uso de dispositivos, tablets, smartphones en los salones de clases, en especial en escuelas y colegios, genera debate, pero creo que es lo correcto. Es la forma de educar a estas generaciones, en especial a la Z. Pero primero debemos educar a los profesores para que sepan aplicar la tecnología, sobre todo en países como Ecuador”, señala.

Aunque hace una aclaración: “Se deben tener controles, utilizar dispositivos monitoreados y que no tengan acceso a ciertos sitios que no sean para investigación que puedan desviar la atención de los estudiantes. El objetivo es que la información que encuentran en internet se transforme en conocimiento”.

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Las empresas también han cambiado sus formatos tradicionales de trabajo para adaptarse a los millennials y están en constante evolución para los zetas, dice Daniela Calero, coordinadora de gestión del Centro de Competitividad e Innovación. “Los millennials quieren que el lugar de trabajo sea divertido, abierto, con tecnología. En cambio, los jóvenes zetas quieren su propio espacio, producen sus contenidos y participan en la creación de estos”, indica Calero.

Asegura que las grandes compañías a nivel mundial ya están implementando estas zonas. “Google y Facebook impulsan áreas abiertas con videojuegos inclusive, espacios con piqueos sin horarios. Sé que en nuestro país también hay compañías que han comenzado a implementarlo”, dice.

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Por eso cuando los zetas son parte de la fuerza laboral, la diversidad en los lugares de trabajo es mayor y refleja una generación global, sostiene Carmen Vaca, profesora de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol). “Ellos son personas que aprenden por sí mismos, se automotivan y quieren generar impacto. Las estructuras organizacionales deben reducir jerarquías y permitirles compartir experiencias con sus colegas más experimentados”, señala.

Otra de las facetas únicas de esta generación, según Vaca, es que son multitasking (se pueden enfocar en varias tareas al mismo tiempo). Es decir que “pueden cambiar fácilmente entre tareas orientadas al trabajo y otras aun con varios distractores en su entorno”.

Para Éricka Sánchez Vite, centennial que nació en 1996 y estudiante de Periodismo en una universidad privada de Guayaquil, realizar varias actividades al mismo tiempo es normal. “El teléfono es indispensable, no podría vivir sin él. La mayoría de veces veo televisión, hablo con mi mamá y reviso el celular a la vez sin problema”, asegura.

Los zetas son los verdaderos nativos digitales, sin discusión, ni excepciones. La tecnología está presente en sus vidas... no han vivido sin smartphones o internet”.Antoni Gutiérrez-Rubí, Asesor comunicacional

Sostiene que el móvil también lo utiliza para ingresar a varias plataformas. “Aunque tengo varias redes sociales me gusta mucho Instagram porque es visual y utilizo el teléfono siempre para entrar, ver fotos, videos, leer, estudiar...”, añade.

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En cambio, Carlos Segarra tiene 28 años (millennial), vive en Guayaquil y tiene una maestría en Diseño Gráfico. Cuenta que la conectividad es indispensable en su vida. “Es imposible no tener celular e internet, yo los utilizo para trabajar, pedir comida, taxis, leer noticias y revisar mis perfiles digitales como Facebook”, afirma.

El gusto en redes sociales también diferencia a estas generaciones, sostiene Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor español de comunicación. “Los zetas es la generación del ver para creer. Buscan información y aprenden en YouTube y se relacionan en Snapchat e Instagram, las redes más visuales”. señala.

Además, refiere que esta generación fue influenciada por acontecimientos mundiales fuertes ya que “tenían un máximo de 6 años cuando cayeron las Torres Gemelas y 13 años cuando se desató la crisis económica más grave de la historia. Crecieron con el cambio climático. Son hijos de un mundo en conflicto”. Y por eso serían “realistas, bastante menos optimistas que los millennials, desconfiados y críticos. Ven que las cosas no mejoran y adoptan posturas algo más radicales”.

Los millennials crecieron con el boom tecnológico, se adaptaron muy bien y han logrado transformar el mundo y conquistarlo”.Max Núñez, Coordinador de Fundación E.dúcate

Otra de las cualidades de las generaciones Y y Z son los nuevos sistemas de interacción social, sostiene la psicóloga educativa Diana Vítores. “Hay una gran diferencia entre observar al mundo cambiar con la era tecnológica y nacer en un mundo cambiado por esta. Especialmente para los zetas. Ellos son sociables por medio de las redes o plataformas como los videojuegos. Eligen con quién relacionarse en función de sus gustos, sin importar físico, edad o idioma”, afirma.

Vítores indica que a los centennials se les facilita comunicarse más con los millennials que con otras generaciones: “Ellos utilizan básicamente el idioma de la tecnología porque es el que más entienden y los Y también, pero generaciones como la X (nacidos entre 1961 y 1980)   que son un poco más reacias a adaptarse a los sistemas tecnológicos tienden a no comprenderlos o no saben cómo comunicarse, lo que genera, en muchos casos, una brecha familiar muy grande”. (I)