Jorge Wated, presidente de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO), hace un diagnóstico de Tame.

De las empresas públicas, ¿cuál es la que tiene la situación más crítica?

No todas tienen una situación favorable porque han sido golpeadas por factores exógenos, como Tame. Esta es un caso de estudio porque relativamente iba bien. Generaba ingresos para el presupuesto del Estado cuando estaban los militares..., cuando pasa a ser una empresa pública en manos del Ejecutivo empezó a vivir de sus ingresos, no recibía recursos del Estado, este participó dándole tres aviones para volar a ciertas rutas, pero creo que se precipitaron mucho en abrir el negocio internacionalmente.

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Pero esas políticas vinieron desde arriba porque la decisión de expandir Tame vino acompañada con obras de infraestructura.

Es que hay que diferenciar, teníamos la política de interconexión local que va mezclada: vuelos con buena infraestructura aeroportuaria. Tener aeropuertos decentes no es algo criticable...

¿Y funcionales?

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Claro, creo que todos son funcionales en la medida en que se genera interconexión. La parte de Tame era generar los vuelos. En unos, obviamente, hasta que la gente se acostumbre, toma tiempo llegar a un punto de equilibrio (económico) y para eso existió un mecanismo de compensación a las rutas que no son comerciales, hablemos por ejemplo de Santa Rosa. ¿Qué pasaba con un pasajero de El Oro? Tenía que ir a Cuenca o Guayaquil por carretera tres horas para volar a Quito. ¿Entonces por qué no tener un vuelo a Santa Rosa cuando había un mercado allá y que se puede expandir? Ahí es donde interviene el Estado y dice, bueno, en esa ruta que quizá no se va a rentabilizar tanto yo puedo generar compensación de $ 200 mil o $ 300 mil al año y mantienes la interconexión, que es un tema de política pública.

¿Tame tomó decisiones en base a la política pública?

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No. Toma sus decisiones en base al negocio más la política pública, pero tiene que haber un mecanismo de compensación... Ahora estamos en un proceso de comprimir la empresa.

¿Reducir personal?

Sí, porque estaba muy cargada. Aspiramos a reducir unas 400 personas de las 1.400 que tiene. Con esto le estamos ahorrando a Tame $ 4 millones anuales en sueldos. Y debemos recuperar la flota.

¿Cuántos aviones tiene?

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Son 14 aviones, estamos trabajando con 7 y estamos levantando los recursos para mantenimientos. Estamos por recibir unos $ 20 millones de un seguro y aspiramos a vender un avión y conseguir $17 millones, y utilizar eso en reactivar los que están parados porque no se les ha hecho el mantenimiento.

¿Cuánto supone la inversión en mantenimiento?

Si tú quieres hacer un mantenimiento completo de todos los aviones que están parados (son 7), son unos $ 50 millones a $ 70 millones.

¿Y eso no se había previsto?

Eso las administraciones anteriores no lo habían previsto, lamentablemente.

¿Por qué?

El tema es más profundo: Tame no tenía balances. Hemos tenido que retirar a todo el equipo financiero, reconstruir los balances del 2012, 2013, 2014, 2015 y mandarlos a auditar. El del 2016 está por ser aprobado para también auditarlo.

¿Y cómo se supone que la Contraloría ejerza el control con los balances atrasados?

Ese es el problema. Si yo no tengo el informe del auditor externo y ese informe se convierte en el que revisa la Contraloría. ¡Imagínate si no lo tienes! Todo esto nace de un taller en el cual el expresidente (Rafael) Correa eleva una alerta de las empresas públicas, empieza a revisarlas y se da cuenta de que había mucho desorden, y entonces crea el holding. La Ley de creación de las empresas públicas en el 2010 dio capacidad de armar este holding, pero no se lo creó hasta el 2015... Cuando el presidente se topa con que había empresas públicas que no tenían balances auditados, que tenían una estructura salarial descompensada... dijo que tenía que haber una sola institución encargada de velar porque estén ordenadas. Entonces creó la EMCO. Cuando me piden que me haga cargo, en el 2016, le planteamos al presidente hacer desinversiones, fusiones y eliminación de empresas. Eso comenzó el año pasado y así continuamos, viendo qué empresas ya no son necesarias, por ejemplo la Empresa Pública de Parques, Enfarma... Planteamos la eliminación de la Empresa Minera, la desinversión de la Cementera del Ecuador, la fusión de Ecuador TV y El Telégrafo... Eso ahorra $ 3 millones al año al presupuesto del Estado. (I)