Rosana Alvarado, ministra de Justicia y exasambleísta de Alianza PAIS (AP), expone sus puntos de vista sobre las fisuras en el oficialismo y reitera su resistencia con el “bucaramato”. Con el Partido Social Cristiano se puede dialogar y con la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) es importante hacerlo, agrega.

¿Cuál es el papel del Ministerio de Justicia en los diálogos emprendidos por el gobierno del presidente Lenín Moreno?
El Ministerio tiene a su cargo el Viceministerio de Derechos Humanos, allí se da la atención a la ciudadanía, las víctimas de violencia, el trabajo con los agresores. Es indiscutible que los grandes aportes van a venir de la ciudadanía a través del diálogo nacional. De colectivos cercanos al gobierno y de otros colectivos cuyas causas siguen siendo las mismas que el Ministerio tiene que defender y proteger.

¿Cuáles son los otros grupos sociales en los que se enfoca su gestión y cómo va el diálogo con ellos?
Tenemos que hacer la reparación a las víctimas de la Comisión de la Verdad. Tenemos previstos 18 acuerdos para julio. La atención a nuestros ecuatorianos presos en otros países. El caso de los pescadores detenidos en alta mar y que están cumpliendo sus sentencias en Estados Unidos, ahora los podemos repatriar. Personas que acuden en busca de respuestas por temas judiciales... en el mejor de los casos lo que podemos hacer es monitoreo... Los femicidios han sido incorporados en los casos emblemáticos del Ministerio, hay un programa de atención a familiares de las víctimas.

Publicidad

Tal vez mi propuesta de reuniones iba hacia otros actores, pero han sido también decisiones del presidente... habría que tener claro hasta dónde, cuáles son los límites del diálogo”.Rosana Alvarado, Ministra de Justicia

¿Qué opina de las críticas surgidas dentro de AP por las reuniones con algunos grupos políticos?
El diálogo tiene que ser un mecanismo de gobierno... eso no significa alterar la agenda con la cual vencimos en elecciones... Jamás puede llevar a claudicar los principios con los que llegamos en el 2007 y tampoco significa estar de acuerdo al 100% con todos... Ser idénticos, ser iguales, no es cierto, convencernos de eso es desconocer la diversidad en AP. Entristece que hayamos hecho públicas las diferencias, entristece, creo que durante mucho tiempo tratamos en privado estos temas.

Pero los mismos líderes hicieron públicas las diferencias en redes...
Sí, pero hay que mantenerse unidos... Durante diez años hemos tenido episodios fuertes, pero eso no nos ha quebrado y ese tiene que ser un mensaje a la militancia.

¿Qué ha pasado con los líderes Lenín Moreno y Rafael Correa para que lleguen a las redes? ¿Qué está pasando en AP si en la cabeza está así?
Me parece que es un síntoma de la propia transición. Tal vez el momento ha provocado estos disgustos, puntos de vista diferentes... Estoy segura de que, como en tantas ocasiones, vamos a superar los impasses porque seguimos siendo los vencedores, no tenemos que vencernos adentro.

Publicidad

Lea también: Fricción entre Lenín Moreno y Rafael Correa por diálogo, Odebrecht y otros

¿Qué piensa sobre los diálogos con Fuerza Ecuador (FE)? Cuando era legisladora, usted hablaba de “los hijos del bucaramato” y Abdalá Bucaram Pulley fue suspendido por comentarios en su contra.
Creo que es lo peor en la historia nacional el bucaramato, en eso no hay vuelta que dar. La convocatoria que hizo el presidente es que él va a provocar el diálogo con todos los sectores políticos y es un diálogo que en la Asamblea también lo dimos, desde el 2009 hasta el 2013, porque no teníamos el suficiente número de asambleístas para aprobar una ley. Siempre ha habido cuestionamientos de quienes son, recuerdo, algunos ministros vinculados con el frente productivo... Con ellos y con otros compañeros, este gobierno, me refiero a los diez años, llegó al puerto que esperábamos que llegue.

Publicidad

¿Abrir el diálogo nacional implica reunirse con todos, incluido con este sector del ‘bucaramato’?
Tal vez mi propuesta de reuniones iba hacia otros actores, pero han sido también decisiones del presidente... en esto habría que tener claro hasta dónde, cuáles son los límites del diálogo, en el diálogo nacional seguramente se presentarán actores con los que creíamos que no volveríamos a encontrarnos, pero se puede conversar.

Lea también: Marcela Aguiñaga: No han existido canales internos para procesar desacuerdos

¿Con los socialcristianos?
Ellos tienen una postura que es eliminar la tabla de consumo; personalmente, creo que esta tabla te permite diferenciar al adicto del expendedor, evita que se criminalice una adicción. En ese tema, el punto de vista es opuesto, pero claro que se puede conversar.

¿El diálogo con la Conaie?
La reunión me parece superimportante, no se había hecho durante años. Luego, también, dentro de la Confederación hay las mismas diversidades que hay en AP... hay gente aun adentro de la Conaie que llega dispuesta a que el diálogo sea un fracaso... El tema de la sede es una buena señal. Cuando dicen “queremos que esto sea definitivo” no es tan sencillo tampoco, el Estado no puede regalar a organizaciones privadas bienes públicos.

Publicidad

Se han otorgado seis indultos. ¿Habrá más?
La Conaie presentó veinte, se analiza caso por caso, están libres las seis personas... la justicia no es unilateral, es para la otra parte también y ese es un límite... Es posible dar más indultos, el presidente toma la decisión de otorgar o negar el indulto, al final. (I)