Con su hija desmayada en brazos llegó al subcentro de salud de la parroquia La Victoria, cantón Salitre, el lunes 29 de mayo. Estaba deshidratada y necesitaba un suero. Javier, padre de la adolescente, tuvo que comprar en una farmacia cercana el catéter que se requería para administrar la sustancia.

En una silla, en el exterior de la unidad pública, esperaba noticias de la joven. “No hay insumos, faltan medicinas, cosas básicas que no deben faltar en un dispensario”, dijo el padre consternado. Junto a él, dos mujeres en gestación que esperaban ser atendidas aseguraron no recibir la atención integral de la que, dijo, hablan las autoridades del Ministerio de Salud.

Íngrid y Cinthya coincidieron en que la atención que reciben es ‘a medias’. Les dan las consultas obstétricas, pero las pruebas sanguíneas y ecografías de control supuestamente les piden hacerlas particularmente, no les dan referencia a otras unidades, refirió Martha, con cuatro meses de embarazo y quien aún no se ha realizado los test (de sangre, orina y heces) que le pidieron. “He cotizado en varios laboratorios y cuestan más de $ 100. No tengo para pagar eso, así que no puedo hacerlos”, expresó.

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Su situación sería una muestra de que se irrespeta el derecho de gratuidad en salud que lo establece la Constitución de la República en el artículo 366.

A esta realidad se suman los tiempos de espera de hasta meses por citas con especialistas, que se agendan a través del call center. En la mayoría de dispensarios ubicados en el área rural aún se dan los cupos de acuerdo a como vayan llegando. Esto se debe, especialmente, a que en esas zonas no llega la cobertura del servicio telefónico.

Cinthya, quien hace poco alumbró a su bebé, sostuvo que todas las ecografías durante los controles de embarazo le pidieron hacerlas particularmente. “Los exámenes me costaron entre $ 10 y $ 20 y los ecos, $ 15, todos los tuve que pagar, no me derivaron a otra unidad”, reiteró la mujer, quien el lunes 29 de mayo llamó al call center para obtener una cita en el subcentro, pero al haber “problemas técnicos” fue directamente para separar cita.

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Más adelante, a unos 25 minutos, está el dispensario del IESS en el recinto San Nicolás. Afiliados que mantienen control oncológico, como Narcisa, deben acudir cada dos meses al médico de esa unidad para que le den la derivación a Solca.

A la hija de José, que tiene siete meses de embarazo, le agendaron una ecografía para febrero del 2018 en el hospital de Babahoyo, cuando ya en julio alumbra a su pequeño. “No sé si se habrán equivocado... ya para qué la agendan si a esas alturas ya el niño nació”, dijo el agricultor, quien se quejó que tampoco le dieron la medicina para la diabetes que padece su mamá.

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En el subcentro de General Vernaza, la mayoría de usuarios va directamente y algunos se quejaron por falta de medicinas. Desde ese centro fue derivado el hijo de Ana, con una crisis asmática, al centro del MSP de la cabecera cantonal.

Ahí lo estabilizaron y le pidieron hacer un examen de laboratorio (biometría hemática), pero no lo hacían en la unidad. Le pidieron hacerlo particularmente. “Mi hijo debe quedarse en observación, tengo que ver dónde le hago esos exámenes. Aquí debería haber todo”, exclamó la madre, de la comuna El Guasmo.

Ahí cuentan con equipos de imágenes, pero no estarían funcionando por la repotenciación que se ejecuta en el centro hace algunos meses y aún no termina, según un trabajador.

En la zona 5, que incluyen los cantones del Guayas (menos de Samborondón, Durán y Guayaquil) y de otras cuatro provincias, hay 110 unidades con el servicio de contact center, del total de 270 centros; mientras que en la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) 85 unidades lo tienen, de las 114.

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En la unidad de Tarifa, en Samborondón (zona 8), como en la Juan Bautista, de Daule (zona 5), se atiende a los usuarios como van llegando. Así están a gusto, coincidieron varios usuarios. Lo que les resulta “mucho tiempo de espera” es la toma de muestras para pruebas de laboratorio.

“De aquí (dispensario) nos envían a Samborondón para agendar la toma de muestra, que suele ser un mes después”, indicó Lissette, del recinto Zapán, quien debe asistir el 3 de julio a Samborondón para hacerse esas pruebas.

Este Diario solicitó información al IESS, se pidió entrevista y se envió un cuestionario la semana anterior, pero no hubo respuesta de la entidad. (I)