Con la de hoy, el presidente Correa suma 453 cadenas, con más de 1.300 horas de duración. Analistas consideran que estos espacios no cumplieron con formato de rendición de cuentas.

Cuando el presidente Rafael Correa dirigió el 20 de enero de 2007 el primer enlace ciudadano, llamado entonces cadena radial, estrenó lo que él calificó como su estilo de gobernar, “la rendición de cuentas”.

Un estilo que hoy, cuando cumple su último enlace (523), a decir de varios analistas, no se ajustó al compromiso que Correa hizo en sus primeros minutos al aire en el Salón Amarillo del Palacio de Carondelet, donde dijo que cada sábado contestaría las inquietudes de los periodistas “de forma abierta, frontal y espontánea”.

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“Incluso en el futuro esperamos abrir las líneas telefónicas para las preguntas de la ciudadanía, ese es nuestro deber, yo soy un simple mandatario, el que ordena es el pueblo y debemos rendir cuentas a ese pueblo ecuatoriano”, dijo.

Las líneas telefónicas ciudadanas no se abrieron y la presencia de los periodistas en las cadenas duró poco, hasta el enlace 65 en abril del 2008.

Ahí, el director de noticias del canal RTU, Luis Valarezo, alcanzó a transmitirle al presidente la preocupación ciudadana por el aumento de los delitos y de los precios de los productos en el país. La ciudadanía aspira, le dijo, a que sus promesas no caigan en demagogia.

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Tras beber un trago de agua, el presidente respondió: “Cada día están subiendo los precios internacionales también, estamos haciendo lo humanamente posible”, y luego, mostrando periódicos, responsabilizó a los medios por publicar noticias sobre la carestía de víveres.

Esa fue la última participación periodística en las cadenas conocidas hoy como sabatinas. Desde el enlace 66, tras el resumen de Correa de su gestión, intervenían con preguntas diferentes líderes de la sociedad civil.

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Algunos de ellos demandaban atención para sus necesidades o cuestionaban la acción gubernamental en áreas como la salud. Carmela Espín, dirigente del Comité del Pueblo en Quito, le dijo en el enlace 67: “La ambulancia que usted tuvo la gentileza de aportar al barrio, le faltan los choferes; está en paro la ambulancia, señor presidente, y a usted no le gustan los paros”. Y en el enlace 116, una alumna del Secap le preguntó si sus ofertas de empleo también las incluirían.

El primer vicepresidente de Rafael Correa, Lenín Moreno, dirigió 33 enlaces ciudadanos.

En la siguiente sabatina, dirigida por el vicepresidente Lenín Moreno, ya no hubo actores sociales, solo dos preguntas pregrabadas. Para la satisfacción de Moreno, en ellas se le consultaba: ¿qué le llevó a pensar que es valioso aportar con la campaña Sonríe Ecuador? y ¿cómo te las arreglas para mostrarte contagioso de alegría?

Desde el enlace 118 se anularon las preguntas. Las que había las hacía el presidente Correa a sus ministros o funcionarios presentes, quienes respondían. Más tarde se agregaron segmentos en los que se atacaba a los medios de comunicación o se citaban expresiones de personajes de la oposición política para desacreditarlos. Para entonces, el espacio, que empezó de 35 minutos, ya comprendía tres horas y lo transmitían 450 radios y 90 frecuencias de TV.

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La rendición de cuentas es deliberativa e interactiva, es decir que la autoridad delibera, interactúa y somete su gestión a evaluación de la ciudadanía.”.Simón Jaramillo, subdirector de Participación Ciudadana

Así, los enlaces pasaron de menos a una nula participación ciudadana, y han dedicado la mayor parte de su tiempo a la confrontación política. El sociólogo y docente de la Universidad de Cuenca, Patricio Carpio, cree que han sido una “mala escuela respecto de la construcción de ciudadanía o de una nueva cultura política, por el hecho de que el presidente ha institucionalizado una descalificación de sus oponentes”. “En estos diez años no ha habido ningún sector que se libre”, opina, y aunque resalta lo positivo de recorrer provincias, considera negativo el formato de monólogo, donde solo prevalecía su voz.

Mientras el discurso oficial presentaba los enlaces como una rendición de cuentas, en la práctica su formato no se ajustaba a la ley, afirma Simón Jaramillo, subdirector de la Corporación Participación Ciudadana. “La Ley de Participación Ciudadana establece que la rendición de cuentas es deliberativa e interactiva, es decir que la autoridad delibera, interactúa y somete su gestión a evaluación de la ciudadanía. Estos enlaces no tienen ese componente”.

Jorge Glas, vicepresidente de la República en el segundo periodo de Rafael Correa, dirigió 37 cadenas sabatinas.

Con él coincide Fausto Camacho, coordinador del Observatorio Ciudadano Electoral, quien agrega que estos enlaces fueron parte de la comunicación política del proyecto del Gobierno y ahí el pronunciamiento del presidente era una orden, lo que mostraba la falta de independencia de poderes.

“Nos ha preocupado el uso que se dieron a estos espacios en época electoral”, dice Camacho, cercano al movimiento CREO, y opina que si siguen los enlaces, “en ningún caso debería mantenerse el esquema usado en estos diez años”. (I)