Una fila de autos y camiones van encolumnados de cuatro en cuatro en la avenida León Febres-Cordero, en dirección Pascuales-La Aurora. A una marcha lenta de hasta 10 km/hora llegan al segundo semáforo, donde la mitad busca girar en U para ir a sus hogares.

Son las 18:30 del jueves pasado. Cinco agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) agitan las manos para motivar a dos de esas cuatro filas a buscar el retorno que lleva hacia las urbanizaciones La Joya, Villa del Rey y Villa Club.

La fila de autos, camiones y tráileres que buscan girar tiene más de dos kilómetros de largo desde ese punto hacia Pascuales (Guayaquil).

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Desde el puente de Pascuales hasta ese sitio, los conductores se toman de quince a veinte minutos del puente hacia el giro que lleva hacia las tres urbanizaciones.

Con el crecimiento poblacional esta vía (de más de 7 km de largo), ubicada en el lado opuesto de la entrada de Guayaquil y Samborondón, se ha vuelto otro punto conflictivo en el tránsito, pues al menos unos 10 mil autos buscan retornar hacia esas urbanizaciones.

En las mañanas, el panorama se intensifica en dirección contraria, de La Aurora hacia Pascuales. Esto por los autos que se dirigen desde esas urbanizaciones hacia Guayaquil, a sus lugares de trabajo o estudios, entre las 06:00 y las 09:00.

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De noche, el tráfico se vuelve pesado de 18:00 a 21:00. “Estamos hablando de diez mil carros que giran desde las 18:00 hasta las 21:00 o 21:30”, aseguró Luis Córdova, capitán de la delegación La Aurora de la CTE. Añadió que los viernes el congestionamiento se puede alargar hasta las 23:00.

El tránsito cotidiano por hora es de 1.500, según el capitán, ese número se suma a los diez mil que van en las horas pico.

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A más de eso hay problemas, cuenta, con autos que se quedan dañados por huecos formados en la vía. Ello caotiza más la avenida.

En el punto más conflictivo del segundo retorno, el viernes 5, la CTE tenía un carril abierto de La Aurora-Pascuales para ese flujo de camiones, buses y autos que llegan desde la vía Panamericana y Salitre. En cambio, en la dirección contraria (que busca el retorno) se alternaba el paso de autos con los giros en U. En toda la avenida, la CTE dispone de 40 agentes.

Aunque la urbanización Villa Club se ubica más allá de ese punto, varios choferes prefieren usar dicho retorno y no el de La Aurora, ya que internamente en la vía de acceso a La Joya hay un enlace hacia las etapas de Villa Club.

Ante el tráfico intenso, choferes del sector sugieren tomar medidas complementarias hasta que se cumplan con las soluciones definitivas del puente Samborondón-Guayaquil que ya se construye y la obra de otro puente que el Municipio de Daule ha calificado como prioritaria y que iría desde ese cantón hacia Guayaquil. “Podrían acortar el parterre para ganar un carril”, aconseja Marcos Pita, vecino de Villa del Rey.

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En cambio, Édison Onofre, residente de La Joya, propone implementar retornos similares a los de la autopista Narcisa de Jesús. Otros piden controles a los autos que vienen de la vía Panamericana y Salitre, puesto que vehículos pesados circulan a exceso de velocidad.

Al Ministerio de Transporte y Obras Públicas se le solicitó información del mantenimiento de la vía. No contestó hasta el cierre de esta edición. (I)

El punto más fuerte en la noche es aquí (segundo semáforo) y en la mañana es a la salida de La Joya hacia Pascuales... La demanda es demasiada fuerte para la vía.Luis Córdova, capitán de la CTE