El ministro de Defensa, Ricardo Patiño, reafirmó este miércoles que nunca se rompió la cadena de custodia durante el proceso electoral, y que el general Luis Castro Ayala, cesado de sus funciones, cometió un "gravísimo error" al referirse al tema.

Señaló que las Fuerzas Armadas solo tienen que cuidar que nadie externo se lleve las papeletas, que no las manipule, ni las rompa o haga cualquier actividad incorrecta con ellas, mas no les toca participar en el proceso de contar que -a su juicio- esa una actividad del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Castro, excomandante del Ejército cesado el pasado domingo mediante derecto ejecutivo, indicó esta semana en decalaraciones a la prensa que hubo un momento en que se perdió la cadena de custodia del material electoral.

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Además, en comunicado, el general Luis Castro Ayala instó a los soldados a no desmayar ni bajar la cabeza, y a servir siempre a la Patria, sobre la base de los valores y principios morales para no dejarse seducir por la corrupción.

Según Patiño, el organismo electoral firmó un convenio de Cooperación Interinstitucional con el Ministerio de Defensa, en el cual establecen responsabilidades durante los comicios. Aclaró que es el Código de la Democracia el que determina las funciones de la fuerza pública.

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"El problema es que en cierto momento algunas personas creyeron que tenían que hacer más alla de eso y tenían que ser los custodios de todo el proceso electoral, no, no, las Fuerzas Armadas (FF.AA.) son responsables de una parte de la seguridad del proceso electoral", dijo al noticiero de Teleamazonas.

Reunión de generales

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El ministro se refirió al supuesto consejo de generales y dijo "porque están armados es que existen claras disposiciones constitucionales legales que establecen cuál es el límite de eso, porque justamente tienen el monopolio de las armas, tienen que estar sometidos al poder civil".

Por otra parte, Patiño informó que la Ley Orgánica de la Defensa Nacional establece con claridad que el Ejecutivo es el que designa al jefe del Comando Conjunto mediante terna, y que no es por la cadena que le toca a alguien.

Se determina una terna y le entrega al mandatario para que él decida. "Se le presenta una terna de quienes están en el primer lugar, el presidente decide y elige a uno de ellos; pero si considera que él puede tener más confianza en las peronas que están en la siguiente terna no es que lo destituye, lo cesa de sus funciones que es muy distinto", enfatizó.

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Castro fue reemplazado a través del Decreto 1333, por el general de División Carlos Egüez Espinosa (el tercero de la terna). Pero, ese nombramiento duró solo un día y mediante el Decreto 1334 se dispuso encargar la comandancia al general de División Édison Narváez Rosero.

Para el exjefe de Estado Mayor del Ejército Wagner Bravo, entrevistado en Ecuavisa este mismo miércoles, estos cambios resultan dudosos porque pese a que es postestad del presidente de la República escoger al comandante general entre los tres primeros de la terna, "en cierta forma se vuelve ilegal" al eliminar a tres oficiales de división y escoger a una segunda terna. 

La misma Constitución determina que todo acto administrativo debe ser debidamente motivado, "y los decretos 1333 y 1334 no indican por qué se le remueve al general Castro, ni por qué se le nombra al general Narváez; entonces, da la duda de por qué se eliminan cuatro generales de divisón y se va buscando a quien sea afín de los intereses del partido gobernante del momento", puntualizó Bravo.

Durante una entrevista en Ecuavisa, Bravo refirió que las Fuerzas Armadas han sido, son y serán los garantes de los derechos de los ecuatorianos a tener unas elecciones libres, universales y de escrutinio público. A su juicio, a Castro le queda la duda de que hubo algún problema en la cadena de custodia, cuando debería ser el CNE el que tome esto como una especie de denuncia. (I)