La compañía Verdú asumirá la administración de la autopista Guayaquil-Salinas e instalará nuevos peajes. Al mediodía de este jueves, el presidente Rafael Correa usó su cuenta de Twitter para anunciar que autorizó la iniciativa privada para mantener y mejorar los niveles de servicio de esa carretera.

“Acabo de firmar decreto autorizando el proceso de alianza público-privada para autopista Guayaquil-Salinas”, mencionó el mandatario, quien el miércoles, durante la inauguración del intercambiador de Progreso, había adelantado que la vía sería entregada en concesión por un periodo de diez años.

El año pasado, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), que tiene a cargo esta carretera, recibió una propuesta de Verdú para el manejo de la autopista. En esta se hablaba de una inversión privada de $ 234 millones: $ 72 millones para la rehabilitación de la carretera y $ 162 millones por mantenimiento periódico y rutinario por diez años, la operación y los servicios.

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Para cubrir los valores de inversión de la concesión, el planteamiento incluía la instalación de tres peajes: uno en Chongón (que ya existe), otro en Buenos Aires y un tercero en Playas.

Con esto, los conductores que vayan hacia los balnearios de la provincia de Santa Elena o el cantón Playas, que están en la jurisdicción de Guayas, deberán pagar dos peajes.

En el peaje actual, en Chongón, el MTOP cobra $ 0,25 a quienes salen de Guayaquil. En el ingreso a la ciudad no se cobra algún valor. No se conoce cuánto se cobraría de peaje bajo la nueva modalidad de concesión de esa carretera que fue ampliada en el 2001. Verdú participó en esa construcción.

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“Los peajes son necesarios para la sustentabilidad financiera del proyecto”, justificó el MTOP, en noviembre pasado.

Hasta el 2016 se han realizado trabajos de mantenimiento, pasos peatonales, accesos, con una inversión que supera los 163 millones de dólares.

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Correa explicó que ahora Verdú se encargará del mantenimiento, rehabilitación y otros servicios conexos como grúas, ambulancias, parqueos que serán de descanso, espacios para comida.

“Ellos (Verdú) van a administrar la vía, le van a dar servicios, porque sí se ha deteriorado un poco la vía”, reconoció el mandatario.

La red estatal que se incluye en el decreto firmado por Correa tiene una longitud de 131,85 km, divididos en dos tramos: Chongón-Santa Elena (104,85 km) y el desvío Progreso-General Villamil (27 km).

El miércoles pasado, Correa cuestionó ante funcionarios del MTOP que seis metros de los carriles que están cerca al área de peaje actual estén llenos de baches.

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“Hasta yo con un palita relleno eso, sentido de la excelencia y de la urgencia”, manifestó Correa durante el acto de entrega del intercambiador.

EL UNIVERSO intentó el jueves obtener una versión de la compañía Verdú y el MTOP sobre los costos de peaje, la instalación de las casetas y el plan de ejecución de las inversiones, pero hasta las 17:00 no hubo respuesta ante correos enviados a esas oficinas.

10 años será el tiempo de concesión que manejará Verdú.

Tráfico
La vía a la costa soporta un mayor tráfico vehicular en la época de vacaciones en la Costa por los desplazamientos hacia la playa.

Obras
La empresa administradora de la carretera deberá incorporar mejoras en la seguridad y el mantenimiento.

La concesión durará 10 años, incluye mantenimiento, rehabilitación y otros servicios conexos como grúas, parqueos para descanso, espacio para comida. Ellos van a administrar la vía”.

Rechazo y aprobación por aviso de casetas

Ciudadanos se mostraron a favor de pagar más de los $ 0,25 que actualmente se cancela por peaje en la vía a la costa; sin embargo, estimaron “muy caro” la habilitación de una segunda o tercera caseta en la ruta hacia Salinas, provincia de Santa Elena. “Una carretera de esta magnitud si no tiene peaje, no tiene mantenimiento; si sube a un dólar está bien, pero si hay otro peaje y cobran ida y vuelta...”, especuló Julio Martínez, comerciante guayaquileño que cada dos semanas viaja a la península.

Martínez se detuvo el jueves en la plazoleta de comidas de la parroquia Progreso, en el km 75, donde también Adolfo García se mostró presto a aportar más de $ 0,25, para que el dinero se destine para mantenimiento.

Eduardo Chila, chofer de una avícola, estimó que la vía a la costa debería tener iluminación en ciertos tramos poblados y pidió que en ello trabaje la concesionaria que asuma la carretera de cuatro carriles, con parterre central.

Los ingenieros agrónomos Danilo Rizzo y José Franco, quienes prestan asesoría en las haciendas de la vía a la costa, consideraron que el incremento del costo del peaje podría tener repercusiones en la cadena de producción. “Productores, administradores, camioneros...”, enumeró Franco.

Rizzo dudó de que la carretera requiera de una gran inversión como para poner dos casetas. “Ya está ampliada, señalizada, incluso pienso que está mejor que la vía a El Empalme, donde se pagan tres peajes”.

El comerciante Calixto Mullo recordó que hace más de diez años los santaeleneses se opusieron a la puesta de una caseta de peaje en Olmedo, ya que no lo creían justo por el tiempo que esperaron para la ampliación de dos a cuatro carriles. (I)