La exposición mediática podría alcanzar hasta dos horas y media, y el mensaje podrá ser reproducido al país, en vivo, a través de una gama de plataformas: 200 radios, 51 canales de televisión, 8 medios de comunicación digitales, y un sinnúmero de redes sociales.

El debate que la Cámara de Comercio de Guayaquil organizará el próximo miércoles, en esta ciudad, servirá como palestra pública para los candidatos a la Presidencia que asistan (siete de ocho han confirmado), en medio de la campaña electoral por los comicios del próximo 19 de febrero.

Sin embargo, algunos especialistas en comunicación y en política anticipan que el impacto que dicho espacio de argumentación de ideas generará en los votantes, es limitado.

Publicidad

La experta en neuromarketing Lis Paredes y la estratega comunicacional Stephanie Macías coinciden en que tales foros interesan, a lo mucho, al 20% de la población.

El resto, según Paredes, no buscará sintonizar los medios que transmitirán en vivo o luego informarse para conocer sobre las propuestas de los candidatos, porque sus decisiones las toman en base a emociones, y no el razonamiento.

Describe a esta mayoría como ciudadanos de los niveles medio-bajo y bajo de la sociedad, que se preocupan más por sus “problemas del día a día”, antes que la política, y que son quienes “ponen presidente”.

Publicidad

“En ese grupo de personas, que ponen presidente, el debate va a tener un impacto realmente bajo”, afirma ella.

Y agrega: “El impacto llega (después) por lo que pueda cascadear (de cascada); por los rumores, por los titulares de prensa, por lo que la gente vaya comentando sobre el debate”.

Publicidad

Macías señala que tales comentarios podrían provenir del 20% de la población que sí estará interesada en el evento.

Se trata, según la consultora, de una “élite, desde el punto de vista cultural y económico, porque son quienes están escuchando el debate y entendiendo los temas a debatir”.

Macías precisa que esta minoría “puede ser un generador de opinión”, “un elemento multiplicador del mensaje”, que a su vez podría ser favorable o perjudicial para el político.

“Puede haber un candidato que esté muy destacado en las encuestas, pero tal vez una forma o un mensaje mal posicionado en el debate pueda afectarle en las encuestas posdebate”, anota ella.

Publicidad

Pero aclara: “No hay un estudio que diga que si ganas el debate, ganas las elecciones”.

El sociólogo y analista político Patricio Carpio sostiene que las intervenciones de los presidenciables en un encuentro así, es uno de los elementos a analizar por los electores para decidir su voto.

Indica que también lo son la experiencia del aspirante, el partido por el que participa, las personas que lo apoyan, su comportamiento en campaña, entre otros factores.

“Creo que el nivel de incidencia de un debate en el electorado siempre será relativo. Nunca un debate será definitivo para la decisión del votante. Es un elemento importante que confluye en otros”, explica.

Carpio, Paredes y Macías coinciden en identificar ciertas limitantes en el efecto que un foro así tendrá sobre los votantes, pero también en su importancia para la democracia.

El consultor político Decio Machado cree que generará “un nivel de incidencia importante”, por el “alto índice de indecisión” que existe en el país.

Hasta inicios de mes, varias encuestadoras ubicaban la indecisión por encima del 30%.

Machado considera que la cifra es un reflejo de la falta de “credibilidad”, en la mayoría de los ciudadanos, hacia los candidatos y sus propuestas.

“Esto hace que todavía haya opciones para los candidatos que no están posicionados, para que al confrontar cara a cara demuestren su credibilidad”, manifiesta el experto.

Y explica que, “en función de cómo desarrollen sus respuestas”, podrían “definir” la postura de los indecisos.

“Esa es la virtud que tiene un debate cara a cara entre los candidatos en estos momentos, en esta coyuntura, donde hay más indecisión que nunca en la historia de Ecuador”, insiste.

El director de la Cámara, Juan Carlos Díaz Granados, comenta que su objetivo será permitir a los postulantes informar sus propuestas a los ecuatorianos, y demostrar “cuánto conocen sobre la administración de la cosa pública”.

Señala que el gremio organiza la cita como un “acto cívico”, frente a las elecciones.

Es la tercera vez que la Cámara coordina un encuentro así. Los anteriores fueron en el 2006 y 2012, y a ellos asistieron, en su orden, cinco de los seis aspirantes, y seis de ocho.

Al debate del miércoles han confirmado su participación siete de los ocho presidenciables de la contienda. Falta el oficialista Lenin Moreno. (I)