Luego de la celebración de la natividad de Jesús, el 25 de diciembre pasado, sigue el tradicional festejo del Día de Reyes, el 6 de enero.

La costumbre de consumir la denominada Rosca de Reyes proviene de España y simboliza a los Reyes Magos en su visita con regalos al divino Niño Jesús, nacido en un pesebre de Belén, que descendió de los cielos para convertirse en el Salvador de la humanidad.

Las panaderías estos días preparan la rosca de reyes. Una es California. Son las 15:30 del jueves pasado y hay música en el taller. Sena la canción Donde estés, de Camilo Sesto. Hace calor, pero el ánimo de unas diez personas se mantiene alegre, como una familia unida.

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Los empleados cortan en tiras la masa, que tiene un tono amarillo huevo. A estas tiras se les agrega manjar y chocolate, ni un poco menos de la medida definida en la receta.

En este punto de la preparación, el chef Luis Mendoza, jefe de producción de este lugar, se muestra atento para que ni una sola rosca se vaya con faltante de relleno. Cuenta que a diario elaboran 1.500 roscas. “Tienen que quedar sabrosas”, dice Mendoza. Él tiene 16 años trabajando en este sitio y comparte un secreto.

“El truquito es la fermentación. Nuestra rosca tiene una fermentación de 12 a 13 horas. Mientras más tiempo tiene los aromas se penetran más, la rosca se vuelve más digerible”, explica el chef Mendoza.

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El año anterior se vendieron unas 32 mil roscas, según la responsable de Marketing de esta panadería, Ivis Talledo.

“La rosca de reyes es parte de la mesa de los ecuatorianos. Cuando llega el 6 de enero es una locura. Todo el mundo hace fila y eso nos motiva para hacer un mejor producto”, indica Talledo.

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La rosca es decorada como si se tratara de una corona. Ese efecto se consigue con las frutas confitadas. El verde, rojo, naranja y amarillo de estas piezas comestibles armonizan con el brillo dorado de la masa al salir del horno.

Este producto se lo ofrece en presentaciones de 1.000 y 750 gramos. Según Talledo, quienes gustan de estas roscas las buscan hasta días después de la celebración.(I)