Ante miles de feligreses que se concentraron en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco proclamó, el domingo pasado, santos al Cura Gaucho, el argentino José Gabriel Brochero; al niño mártir, el mexicano José Sánchez del Río; los franceses Salomón Leclercq e Isabel de la Santísima Trinidad Catez, el español Manuel González García y los italianos Ludovico Pavoni y Alfonso María Fusco.

En el altar fueron colocadas las reliquias de los siete nuevos santos, entre ellas fragmentos de huesos, que fueron bendecidos por el papa Francisco.

Después de pronunciar la tradicional fórmula en latín para proclamar la santidad de los dos latinoamericanos (el Cura Gaucho y al niño mexicano), el papa rezó por ellos y elogió el “corazón generoso y fiel” de los nuevos santos de la Iglesia.

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Ellos representan “el estilo de vida espiritual que nos pide la Iglesia: no para vencer la guerra, sino para vencer la paz. El cansancio es inevitable y en ocasiones ya no podemos más, pero con la ayuda de los hermanos nuestra oración puede continuar, hasta que el Señor concluya su obra”, recalcó el papa, recordando que “hay que orar siempre sin desanimarse”.

Los santos latinoamericanos vivieron a comienzos del siglo XX. Ellos son figuras que representan a la Iglesia católica en ese continente: una comprometida con los pobres y enfermos, otra dispuesta a sacrificar la propia vida por su fe religiosa. El anuncio de la canonización de los dos santos fue hecho en marzo pasado.

“Los santos son hombres y mujeres que entran hasta el fondo del misterio de la oración. Hombres y mujeres que luchan con la oración, dejando al Espíritu Santo orar y luchar en ellos; luchan hasta el extremo, con todas sus fuerzas, y vencen, pero no solos: el Señor vence a través de ellos y con ellos”, explicó el papa.

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Manifestó que los franceses Elizabeth de la Trinidad y Salomón Leclercq; el español Gonzales y los italianos Ludovico Pavoni y Alfonso María Fusco alcanzaron la meta y adquirieron “un corazón generoso y fiel, gracias a la oración: han orado con todas las fuerzas, han luchado y han vencido”.

En la ceremonia hubo autoridades como el presidente argentino, Mauricio Macri, y la ministra francesa de la Ecología, Ségolène Royal. También asistieron parientes de los nuevos santos. (I)

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Apuntes
Ceremonia

Visitantes
Unos 17 obispos y 200 religiosos mexicanos viajaron para la ceremonia de santificación de “Joselito”, como lo llamaban sus familiares, quien se convirtió en una leyenda por su decisión de defender su credo pese a las torturas a que fue sometido. “Mi fe no está en venta”, dijo, según su biografía.

Celebración
En Argentina, miles de peregrinos celebraron la canonización de su sacerdote.