Son dos décadas que han pasado desde que el tricolor nacional ondeó en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 por la medalla de oro del marchista cuencano Jefferson Pérez. Esta y la de plata que obtuvo en Pekín 2008, son las únicas preseas olímpicas del país que participa en estas olimpiadas desde 1924.

El actual régimen creó en 2013 el programa de Alto Rendimiento (PAR) que otorga desde incentivos deportivos que van de $ 366 a $ 2.562 al mes (según la categoría en la que se ubique el deportista) hasta financiamiento para ir a las competencias internacionales. Pero para ser parte del plan, los deportistas deben primero financiar en parte sus traslados para competir en el extranjero y obtener marcas o ganar medallas e ir acumulando puntos.

A inicios de este año, el Ministerio del Deporte anunció los 312 deportistas que estaban incluidos en el PAR. Entre ellos está la marchista Magaly Bonilla, de Ambato. Para entrar al listado ella tuvo que clasificar a los Juegos de Río 2016. La marca la consiguió en un campeonato en EE.UU. en noviembre pasado, traslado que en parte ella misma tuvo que financiar. Antes de ser parte del PAR, la atleta tenía limitaciones económicas para financiar su preparación, dice su entrenador Julio Chuqui.

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Rolando Saquipay es otro de los que recién consiguió la marca para clasificar a Río 2016 y ser parte del PAR en el campeonato mundial de marcha en Roma, en mayo pasado.

“Un deportista de edades inferiores que no tenga la oportunidad de competir en el extranjero se le va a complicar incursionar en este programa, por lo que debe ampliarse este apoyo, como parte de un proceso a largo plazo... Allí sí habría la posibilidad seria, de aquí a ocho años, de ganar medallas”, asegura Chuqui.

Tras los juegos de Río 2016, el Gobierno destacó que el país obtuvo cuatro diplomas, que se dan a los atletas que ocupan los primeros ocho lugares en sus disciplinas. Y que la plantilla de 38 atletas fue la más numerosa de la historia.

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Luis Chocho, entrenador de marcha de tres de los deportistas que fueron a Río 2016 y apoyó a dos más, entre ellos su hijo Andrés Chocho, afirma que por estar incluidos en el PAR, una parte de la preparación de ellos se dio en Francia y en España este año: “Si entrenan en una ciudad del país, cerca de la novia, esposa, tienen otras actividades, salir les permite concentrarse”, dice con respecto al por qué no prefiere realizar la etapa de concentración en los Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento que ha construido el régimen.

Carlos Peña, dirigente del ciclismo, en cambio, considera que el PAR debe revisarse, ya que, según dice, en algunos deportes el costo del traslado para competir en los eventos nacionales e internacionales recae en el deportista o en su familia: “Si no se costean esos viajes no hay resultados y por tanto no se ingresa al plan”.

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A ello se suma, según Peña, que la práctica deportiva debe masificarse con el mejoramiento de los escenarios en las distintas disciplinas para que de estos jóvenes salgan los nuevos talentos. El mismo criterio tiene Chocho, quien considera que los programas de masificación ayudan a detectar talentos. (I)