El ensamblaje de celulares viene perdiendo competitividad en el país y las empresas dedicadas a ello ven caer en picada una actividad que hasta el 2014 prometía ampliarse con nuevas inversiones en la línea de artefactos de alta gama.

Según la Asociación de Ensambladores de electrónicos y eléctricos del Ecuador (Aede2), las decisiones tomadas por los ministerios de Industrias y de Comercio Exterior dejaron sin mercado al sector y citan como una de las causas el aumento del cupo para importación de celulares terminados, de $ 142,6 millones a $ 250 millones mediante la resolución 49 del Comex, de enero pasado.

Esto, aseguró Álex Flores, vicepresidente de Aede2, por e-mail, provocó que este año se termine “de aniquilar a la industria nacional con su consecuente cierre de operaciones”. Sostuvo que el 99% de las empresas del sector han cerrado y desmantelado todas sus líneas de producción, y el 1% restante está en proceso de cierre.

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Esta ampliación de cupo se suma a otras realizadas a finales de 2014 y 2015 para las operadoras CNT, Claro y Movistar, lo que limitó más el mercado.

A causa de ello, durante el 2015 la industria atravesó por un “periodo de inestabilidad en sus ventas”, reconoce el Mipro en un informe técnico de mayo, en el que señala que de las 13 ensambladoras registradas, solo 5 se mantienen operativas.

Uno de los indicadores de la crisis que atraviesa el sector ensamblador son las importaciones de componentes (CDK) para celulares. Entre enero y mayo de 2014 se importaron 402.200 unidades a un valor de $ 6’504.117,41; en el mismo periodo de 2015, 325.619 unidades por un total de $ 4’954.012,13; en 2016, el total de unidades importadas cayó a 84.490 y el monto a $ 2’922.741,84. Los valores son de enero a marzo.

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Este Diario se contactó ayer con el ministro de Industrias, Santiago León, pero su Departamento de Prensa informó que estaba en reuniones en Chimborazo y Tungurahua.

El informe técnico del Mipro, sin embargo, señala que se han hecho gestiones para defender la industria local y que para que las operadoras y el mercado se decidan por un producto ensamblado, este debe cumplir con las expectativas de calidad y precio. “La industria local debe competir con las condiciones actuales en las que mantiene una preferencia arancelaria del 14% respecto del CBU (celular terminado) y con el 5% del ISD como crédito tributario, que todavía no ha sido instrumentado”. (I)