El temor por los sismos volvió a tomar lugar en los esmeraldeños. Una serie, en total 13 de magnitud mayor a 3 en la escala de Richter, asustó a los habitantes entre la noche del martes y la madrugada de ayer. Muchas familias salieron de sus casas en la capital provincial y avanzaron a lugares abiertos como la Plaza Cívica, en las calles Juan Montalvo y Bolívar, en el centro, donde pernoctaron.

Otras personas, en cambio, amanecieron en los parterres centrales o afuera de sus viviendas. “Nadie pudo dormir. Los niños están muy asustados, cada que se movía la tierra ellos querían correr a diferentes lados”, contó Loren Espinoza, quien vive con su esposo e hijos en casa de familiares, en el barrio Codesa, luego de que su vivienda quedara inhabitable por el terremoto del 16 de abril y las réplicas del 18 de mayo.

“Hemos pasado en la calle. Con nervios y asustados y con nuestros bolsitos listos para correr en caso de tsunami. Los niños y nosotros, los de más edad, somos los más afectados”, afirmó María Pilar Arce, habitante del sector Las Palmas, cerca de la playa del mismo nombre, en la capital esmeraldeña.

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La alarma fue tal que el Ministerio de Educación dispuso la suspensión de clases en toda la provincia por el día de ayer.

“Lo bueno fue que no hubo clases, porque los niños están asustados y no querían ir. Y con esto tampoco los íbamos a mandar”, expresó ayer en la mañana Jenny Delgado, quien también amaneció con su familia en los exteriores de la casa que la está acogiendo, en av. Eloy Alfaro.

“Pedíamos a Diosito que calme la tierra y que nos proteja de cualquier desgracia”, sostuvo Angélica Corozo, otra habitante del norte de Esmeraldas.

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Las series de sismos se sintieron también en otros cantones como Atacames y Muisne.

El primer movimiento mayor a 3 de magnitud se registró a las 20:35 del martes. Fue de 3,3. Les siguieron el de las 22:14, de 4,5, y el de las 23:40, de 3,6. Pero el más fuerte se dio a las 01:19 de ayer y fue de 4,9. Otros nueve más se dieron hasta las 06:06. Todos con epicentro al sur de la capital provincial, según el registro del Instituto Geofísico (IG).

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Alexandra Alvarado, directora de Sismología del IG, señaló que los movimientos de anoche estaban relacionados con el terremoto de 7,8 del 16 de abril, que afectó principalmente a Manabí y dejó 663 muertos.

Hugo Yepes, sismólogo del IG, explicó que un gran terremoto, como el de abril, desestabiliza una gran área y es natural que se produzcan réplicas. “Claro (en este caso) esas están un poco más al norte de la zona de ruptura y están ya justamente bajo la ciudad de Esmeraldas, pero están en toda esta zona que se movió”, dijo.

Señaló que se hacen estudios para determinarlo como enjambre de sismos a lo que se dio en Esmeraldas. “Un enjambre es una secuencia de sismos en la cual no hay un principal y luego una réplica, sino muchos sismos con magnitudes que van creciendo o bajando en tiempo, están en una zona específica y en un tiempo específico, pero no con un sismo principal”, refirió. Añadió que un enjambre puede durar días.(I)

El Manabí
Menor intensidad

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Atención por susto
Las réplicas tomaron por sorpresa a algunos manabitas, especialmente a los del cantón Pedernales, donde una persona fue atendida por susto luego del movimiento telúrico de las 01:19.

Llamadas al ECU-911
Silvio Larrea, director del sistema ECU-911 de Portoviejo, indicó que recibieron 6 llamadas desde Pedernales, dando cuenta del sismo.