Portoviejo-Manta

Hasta tres días podría durar el derrocamiento por implosión de cada uno de los edificios altos y de gran complejidad que quedaron endebles por el terremoto del 16 de abril en Portoviejo. Mientras, en Manta ya se determina la notificación de demolición de edificios con iguales características, pero sin usar la técnica de implosión.

“Puede ser (que demore) media hora, todo depende de los técnicos cómo lo hagan”, expresó Franklin Bernal, subsecretario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, al ser consultado sobre el tiempo que durará este proceso de destrucción de edificios como el Centro Médico del Pacífico, el antiguo centro comercial municipal y el edificio Álava, todos ellos ubicados en la denominada zona cero de Portoviejo.

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La implosión es una técnica que consiste en colocar explosivos, pero la onda expansiva se mueve hacia adentro.

Ya se tiene el área liberada para proceder con este proceso, para el cual existen tres empresas interesadas; las proformas dadas por las compañías interesadas en la implosión van de entre $ 800.000 a $ 1’000.000, explicó Bernal.

Dijo que al momento se espera que presenten las ofertas con las garantías de daños a terceros y aspira a que a mediados julio se proceda con el plan.

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Se conoció que una de las empresas interesadas en la demolición es la española Tragsa.

Antes de la implosión, en el caso del edificio Centro Médico del Pacífico (en cuya parte baja atendía la Mutualista Pichincha), se le realizará la próxima semana una evaluación previa con ayuda de expertos extranjeros.

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“Porque en medio del edificio hay un ascensor y el ascensor, en el momento que hay la demolición por implosión, puede ser que se mueva a un costado. Eso es un cálculo estructural, entonces ahí se sabrán los hechos o alguna situación de lo que usted me estaba preguntando”, refirió Bernal, al consultársele si podrían existir restos humanos, debido a que nadie ha ascendido al edificio tras el terremoto y conocer si existieran personas de las que nadie habría reclamado.

Sobre el tiempo que durará la limpieza total de la zona cero, en un comunicado emitido por el Municipio de Portoviejo, Patricio Vélez, director general territorial de este Cabildo, señaló que al término del estado de excepción podría ser que se demore dos meses más hasta dejar expedita esa área.

“Estamos hablando de que después del 30 de julio podríamos necesitar dos meses más para el desalojo y limpieza de la zona cero”, explicó Vélez.

En Manta, en cambio, con el voto de siete de las ocho mesas del Comité de Operaciones Emergentes (COE) se dispuso la demolición de los edificios Arianita, ubicado en la av. 109 y calle 101, y del icónico hotel Lun Fun, en la avenida 11 y calle 2 de este cantón.

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Estas edificaciones fueron determinadas como irrecuperables y se mocionó la demolición. Se hará con el uso de maquinaria. Los dueños de ambas estructuras, según lo que se conoció en el COE cantonal, no comparecieron pese a que se los notificó por medios impresos de Manta durante tres ocasiones en distintos días.

“Es necesario recalcar que ambos edificios representan grandes obstáculos a la apertura de vías importantes, como la de ingreso a Tarqui y las de alta circulación que descongestionaban la av. 24 de Mayo. Además del riesgo que su colapso representaría para personas y edificaciones cercanas a ellos”, según un comunicado del Municipio de Manta. (I)