La madrugada del 18 de julio de 1992, un grupo de hombres armados que llevaban el rostro cubierto con pasamontañas y vestían chompas de cuello alto y botas oscuras irrumpió en la zona residencial de la Universidad de La Cantuta, en las afueras de Lima, y secuestraron a nueve estudiantes universitarios y a un profesor que dormían en aquel lugar. Los plagiadores eran parte de una división del Ejército de Perú que combatía a la insurgencia de izquierda en el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), un populista de derecha hoy condenado a 25 años de prisión por su participación, entre otros, en este caso.