“Nos hizo daño la bulla del terremoto”, decía ayer Luz María Paredes, vendedora de útiles escolares en el mercado de las Cuatro Manzanas, al evaluar las ventas por inicio del periodo escolar 2016-2017.

Recordó que luego del devastador movimiento telúrico del 16 de abril los padres se presentaban con entre $ 30 y $ 40 para adquirir las listas de implementos, que llevaban menos artículos de los requeridos y de los más económicos.

Antes del terremoto habían corrido tres semanas de buenas ventas, señalaron Paredes, Ilda Suqui, Ana Mejía y Alexandra, todas expendedoras del mercado ubicado en el cuadrante de 6 de Marzo, Huancavilca, Pío Montúfar y Franco Dávila.

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Pero las ventas decayeron luego de la tragedia. “(Los padres) Venían con $ 35 y llevaban (útiles) hasta donde les alcanzaba”, refirió Alexandra, indicando que ayudaban ofreciendo rebajas. Incluso ella vio a un hombre negarse a comprarle el rompecabezas que exigía su hijo, por falta de dinero. “El niño lloró, pataleaba en el suelo, ahí el dueño (del local) sí le regaló un rompecabezas, más pequeño”, comentó.

Ana Mejía dijo que ella invirtió $ 14.000 en útiles y que ya ha pagado algo más del 50% de la deuda y reiteró que los papás venían con entre $ 30 y $ 40 para los útiles, ya no con dinero suficiente, como en el 2015.

Entre los escasos compradores que llegaron ayer al mercado estuvo una madre que cotizó su lista en $ 52. No compró hasta recorrer dos locales más y determinar la oferta más económica. (I)