Barricadas de policías armados con escudos, chalecos y cascos, la policía venezolana impidió este miércoles, incluso con gases, llegar hasta la sede central del órgano electoral a un millar de opositores que exigían en manifestación un referendo revocatorio contra Nicolás Maduro.

Entre la multitud, algunos fueron alcanzados por gases que lanzaron los efectivos de las fuerzas de seguridad en la estratégica avenida Libertador. Pequeños grupos también lanzaron piedras a los agentes, aunque sin incidentes graves hasta ahora.

La concentración, convocada por la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en una veintena de ciudades, es el primer pulso bajo el estado de excepción que declaró el viernes el presidente para enfrentar la severa crisis económica y cerrar el paso a los intentos por sacarlo del poder.

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"¡Revocatorio, revocatorio!, ¡Fuera Maduro!, gritaban los manifestantes, que llevaban carteles contra el gobierno y banderas de Venezuela. Algunos trataban de burlar el cordón policial por caminos adyacentes para tratar de llegar a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Contingentes de policías se encontraban en distintos puntos de la avenida y de Plaza Venezuela, para impedir que pasaran, en tanto que en otras ciudades del país, también con fuerte despliegue de seguridad, grupos de manifestantes lograron marchar.

"Han puesto mil trabas, no quieren revisar las firmas y ahorita con estado de excepción nos reprimen", aseguró a la AFP Mary Olivares, una universitaria de 28 años, en la avenida Libertador.

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Los opositores reclaman al CNE, al que acusan de aliado del gobierno, acelerar la revisión de un mínimo de 200.000 firmas -exigidas por ley- de las 1,8 millones que entregaron el 2 de mayo como requisito para activar el referendo.

El líder opositor Henrique Capriles y el presidente del Parlamento -de mayoría opositora-, Henry Ramos Allup, encabezaban la concentración en Caracas, pero ante el cordón de seguridad debieron retirarse entre empujones.

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"El referendo se puede hacer este año y ustedes lo saben. Evitemos un estallido social y un golpe de Estado", afirmó Capriles, principal promotor del referendo.

Por su parte, Ramos Allup dijo esperar "una solución pacífica" a la crisis política. "No queremos que haya un desangre ni un golpe de Estado", dijo.

Una jornada similar se realizó hace una semana, pero militares y policías impidieron que los manifestantes llegaran hasta las oficinas Del CNE, incluida su sede central en Caracas, desatándose pequeñas escaramuzas.

Para la jornada de este miércoles, unos 14 estaciones del metro de Caracas amanecieron cerradas, por lo que muchos ciudadanos tenían problemas para movilizarse. (I)

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