La madera se ve aún intacta, como si ningún terremoto hubiese pasado por ahí. La estructura del Canoa Beach Hotel, ubicada en la localidad manabita del mismo nombre sirve hoy como refugio y centro de atención médica básica para los pobladores del sector.

Greg Guilliam, un ciudadano estadounidense de Kentucky, es el dueño del hotel y afirma que desde el incidente sintió la necesidad de ayudar. “Una vez que te das cuenta de que estás bien, lo primero que haces es tratar de ayudar a los demás”, dice Guilliam en una entrevista para ABCnews.com

El hotel no se ha convertido en un hospital, sino que acoge a médicos voluntarios que vienen de ciudades como Quito para separar medicinas donadas y atender a heridos en lugares cercanos.

Publicidad

“Tenemos una flota de 16 motos que buscan gente herida y necesita ayuda inmediata. Si no podemos tratarla en el lugar, las transportamos a los sitios adecuados del gobierno”, comenta Guilliam.

ABC Breaking News | Latest News Videos

Pero, ¿cómo resistió tal sismo una estructura básicamente de madera y que ahora acoge a 70 voluntarios? Porque es flexible comenta su propietario. “La madera se ha juntado con nylon como el que usan los pescadores. Está pensado para aguantar en caso de terremotos”.

Publicidad

Para él, el problema con muchas de las estructuras locales es que el concreto está hecho con mezcla de sal marina, la cual se va comiendo el acero de las columnas y debilita la estructura. “En un evento de esta magnitud hace más fácil que se caigan. No es la única razón, pero es un factor importante”.

Guilliam dice que se siente ecuatoriano luego de ver cómo la gente vino de todos lados a aportar y ayudar a los damnificados. Considera que esta tragedia puede verse como una oportunidad de reconstruir la comunidad y convertirla en la potencia turística que merece ser. (I)