Las dificultades que existen para la libre asociación de los pueblos indígenas y amazónicos fue el reclamo que hicieron ayer cinco organizaciones de la sociedad civil, en el marco del 157º periodo de sesiones que realiza desde ayer la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Washington (Estados Unidos).

La delegación estuvo integrada por delegados de la Conaie, la Confeniae, el Centro de Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) y Terra Mater.

Franco Viteri Gualinga, dirigente de la Confeniae, contó que el Estado ha emprendido una “fracturación”, al organizar, por ejemplo, “una dirigencia paralela para contrarrestar una acción de resistencia a las empresas extractivas”.

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Los voceros pidieron a la CIDH que recomendara al Estado ecuatoriano que el registro de las organizaciones lo haga un órgano independiente.

Los representantes del Estado no acudieron, pero se leyó una carta de Diego Yépez, canciller subrogante, quien criticó que haya una “participación constante de los mismos actores, que origina un posicionamiento politizado, que pretenden arrogarse un rol de voceros de la sociedad ecuatoriana”.

Por Ecuador, también acudió Zoila Chimbo, madre de Luis Eduardo Guachalá, desaparecido desde enero de 2004, tras ser internado en el hospital psiquiátrico Julio Endara.

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La mujer pidió que se “encuentre a su hijo”. (I)

10 veces de 22 han acudido a la CIDH “los mismos actores”, reclamó el Gobierno ecuatoriano en una carta.