El titular de la FEF, Luis Chiriboga, sigue con prisión domiciliaria luego de que la Justicia rechazó el pedido de su defensa de cambiar las medidas cautelares.

Triangulaciones de dinero, recursos no declarados, fondos que fueron a cuentas de familiares o de empleados particulares. La tarjeta roja que la fiscal estadounidense Loretta Lynch sacó al fútbol mundial con la investigación a 18 altos dirigentes acusados de sobornos, comisiones por hasta $ 150 millones y lavado de dinero, desveló también supuestas irregularidades en el manejo económico en la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), según el informe del 3 de diciembre de 2015 que la Unidad de Análisis Financiero (UAF) del país hizo a pedido del asambleísta independiente Ramiro Aguilar (exSUMA).

El informe de la UAF, que sirvió de base para la actuación de la Fiscalía, observó que Luis Chiriboga, presidente de la FEF desde 1998 y quien fue mencionado en la investigación de Lynch, no justificó pagos de la Conmebol por $ 240.000 que fueron a su cuenta en Panamá y otros $ 285.000 que recibió en cuentas locales y no fueron declaradas en su impuesto a la renta. Su última declaración, en 2014, fue de $ 63.284,37; en 2002 pagaba $ 687,25.

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También detectó supuestos movimientos bancarios injustificados del secretario de la FEF, Francisco Acosta; el pago de la Ecuafútbol por $ 2,5 millones al capitán Vinicio Luna, jefe de Logística de la FEF, quien giró cheques a empleados de la entidad. Los tres cumplen prisión preventiva: Chiriboga y Acosta en sus casas dado que superan los 65 años y Luna en la Cárcel Cuatro de Quito.

No es la primera vez que la FEF, una entidad consagrada como autónoma y que según la Ley del Deporte (art. 63) debe regirse de acuerdo con su estatuto y los reglamentos de la FIFA y la Conmebol, se enfrenta a una polémica. Una de estas fue precisamente por Luna, quien fue procesado por tráfico de personas y reintegrado a la FEF, y por la inclusión de familiares en la comitiva que viajó a los mundiales de Alemania y Brasil.

Fútbol por televisión

En el 2012, la FEF fue cuestionada por desestimar los acuerdos que mantenía con cinco canales locales de señal abierta para la transmisión de los encuentros nacionales de fútbol y firmar, sin licitación, un contrato con Gama y TC Mi Canal, estaciones incautadas por el Estado. Los dos medios, cuyos incumplimientos en los pagos causaron el año pasado falta de liquidez a la FEF para transferir a los clubes y asociaciones, según su informe económico 2015, cancelarían en 2013 $ 16’600.000 y este se incrementaría anualmente.

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En ese entonces, Chiriboga defendió el proceso: “Nosotros somos los dueños de los derechos y como somos una institución de derecho privado entonces veremos lo que hacemos”.

Antonio Rodríguez Vincens, experto en derecho deportivo y expresidente de la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA), considera que la FEF se ha escudado en esa autonomía “para hacer lo que le da la gana” en el manejo de estatutos y reglamento, cuando está sujeta a las leyes y a la Constitución.

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La FEF, señala el art. 1 de su estatuto, es un organismo deportivo autónomo, de derecho privado, sin fines de lucro, sujeto a las normas y principios de las leyes de la República, a los estatutos y reglamentos de los organismos internacionales a los que es afiliada, y a su propio estatuto y reglamentos. El art. 7 agrega que tiene la obligación de administrar sus asuntos sin la intromisión de terceros y considera tercero “a cualquier persona natural o jurídica, de naturaleza pública que por cualquier medio o actuación atente contra el principio de su autonomía”.

Para Rodríguez Vincens, la autonomía se refiere solo a aspectos deportivos y organizativos, como la elección de su directorio, pero no en temas como el juzgamiento. Y cita el caso de Esteban Paz, a quien defendió cuando fue suspendido por supuestas injurias y en cuyo caso, dice, no hubo independencia en los órganos de juzgamiento porque la misma persona presidía la Comisión de Apelaciones y la Disciplinaria. “Eso es inconcebible”, indica.

Con él coincide Ecuador Santacruz, exsíndico de la FEF. Dice que si bien la entidad tiene autonomía económica porque la mayoría de sus fondos no son públicos, ha faltado exigir más control en las cuentas por parte de los clubes, que son los que generan esos ingresos.

La FEF, que en 2015 tuvo ingresos por $ 37’710.250 y cerró con un superávit de $ 898.915, está sometida a una auditoría interna y otra externa, contratada por sí mismos, que resultaron con calificación favorable y cuyos informes fueron aprobados por mayoría en el Congreso Ordinario de Fútbol el 8 de enero pasado. Santacruz se pregunta que si son informes que se aprueban por mayoría por qué no se conocieron antes las observaciones que hoy hace la UAF y el FIFAgate.

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“...Lamentablemente para tener respaldo de clubes y asociaciones para efecto de las nuevas elecciones que se producen lo más lógico era darles regalos y viajes...”, dice. Ecuador Santacruz, exsíndico de la FEF

Guillermo Saltos Guale, asesor jurídico de la FEF, rechaza estas visiones. Dice que al ser fondos de autogestión, no públicos, no tenían por qué pedir autorización a ninguna entidad para invitar a la comitiva que fue a los mundiales: “...Los únicos jueces digamos entre comillas de cuentas a la Federación son los miembros del Congreso”.

Saltos dice que desde 2013 hubo la necesidad de manejar los derechos de televisión porque había clubes pequeños que no recibían dinero a pesar de intervenir en los campeonatos, por lo que invitaron a participar a los canales y que solo GamaTV y TC ofertaron. Los otros canales iniciaron procesos en contra, pero la justicia y la Corte Constitucional fallaron a favor de la Federación.

FEF en contratos con Full Play 

El manejo de los derechos de televisión de las selecciones es otro de los rubros observados por la fiscal estadounidense. Lynch señaló a los hermanos Hugo y Mariano Jinkis, dueños de la empresa Full Play, por evasión impositiva, asociación ilícita y lavado de dinero. La empresa tiene contratos desde 2002 con la FEF, según la declaración de Chiriboga ante la Fiscalía. El último es de más de $ 9 millones (se dio un anticipo de $ 1,9 millones) y terminará con la participación de Ecuador en la preliminar del Mundial de Rusia.

En su momento Galo Roggiero, anterior presidente de la FEF, objetó los contratos con esa empresa porque se les daba una comisión del 19%. La FEF conversa ahora la posibilidad de que ese contrato termine en “buenos términos” aunque Saltos aclara que nunca han tenido un incumplimiento de la firma.

Aunque tienen autonomía para decidir en contrataciones como esta, eso no los exime de rendir cuentas a Contraloría, que audita los fondos públicos que reciben para el fútbol aficionado ($ 468.978 recibieron del Ministerio del Deporte en 2015).

A mediados de 2014 la entidad de control inició un examen especial a la gestión administrativa y financiera de la FEF, de enero de 2008 al 30 de junio del 2014. En ese periodo la FEF percibió $ 104’233.608,89, de los cuales el 2,67% fue de asignaciones estatales ($ 2’783.103,20).

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El examen observa falta de presentación oportuna de informes financieros y de gestión, utilización de saldos sobrantes sin la autorización requerida, fallas en la aplicación del sistema de contratación pública y el pago de otros rubros bajo el concepto de dietas. En este último caso, la FEF alegó autonomía para hacerlo al no tener un reglamento, que por pedido de la entidad debió ser elaborado.

Observaciones de Contraloría

Según el contralor Carlos Pólit en entrevista vía mail con este Diario, producto del informe se determinaron cinco responsabilidades administrativas culposas para varias autoridades, que fueron comunicadas el 8 de junio de 2015. En un nuevo examen, previsto para este año deberá verificar si se cumplieron tales recomendaciones.

En cuanto a las triangulaciones evidenciadas por la UAF, Saltos dice que lo que se hacía desde la FEF era entregarle un dinero a Luna para que supla en efectivo determinadas adquisiciones o pagos de servicios. Y aclara que no hay prohibición estatutaria que diga que alguien que estuvo procesado pueda desempeñarse en el cargo.

Algo similar ocurre con Chiriboga, ratificado en el cargo por los miembros de la Federación pese al proceso. (I)

$35,2 Millones es el presupuesto aprobado para el 2016 para la FEF en el Congreso de Fútbol.

Linchamiento mediático

En febrero de 2015, la Superintendencia de Comunicación dispuso que Teleamazonas presente disculpas públicas a Luis Chiriboga Acosta, al asegurar que infringió la causal de linchamiento mediático establecida en la Ley de Comunicación.

El presidente de la Ecuafútbol presentó una denuncia en contra del programa Dream Team, de esa cadena televisiva, en cuyas transmisiones se habló de su última reelección. El organismo de control concluyó que los presentadores del espacio “desprestigiaron o redujeron la credibilidad pública del denunciante”.