Petroamazonas EP firmó el lunes “un contrato de servicios específicos con financiamiento” con la empresa Schlumberger, anunció la Vicepresidencia de la República.

Así, la francesa Schlumberger toma a cargo el campo Auca, considerado parte de los campos maduros o Joyas de la Corona, aunque la titularidad queda en Petroamazonas.

El acuerdo establece que la empresa desembolsará en los próximos días $ 1.000 millones para el desarrollo de nuevas inversiones. También invertirá

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$ 2.100 millones para incrementar la producción del bloque en nueve años. De estos, en tres años se invertirían $ 1.100 millones a fin de conseguir un incremento de producción de 20.000 barriles.

Además asumirá $ 1.800 millones por los costos operativos en 20 años (un aproximado de $ 90 millones por año). Las inversiones de $ 4.900 millones en 20 años serán amortizadas con el costo de una tarifa fija por parte de Petroamazonas.

La concreción de “este acuerdo, implicará que los valores para inversiones petroleras que debían provenir del Presupuesto General del Estado, ahora serán asumidos por la inversionista, liberando al Gobierno del financiamiento”.

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Fernando Santos Alvite, exministro de Energía, lamenta que el móvil de esta operación haya sido fuerte necesidad de financiamiento que tiene el Gobierno. Asegura que este tipo de contrato no se había hecho antes en el país, y que no está contemplado en la Ley de Hidrocarburos. Explicó que no se opone a que un campo sea entregado a una empresa privada, pero se lo debe hacer dentro del marco legal. No entiende cómo la tarifa a pagar será de $ 26 cuando el petróleo se está vendiendo en menos de $ 30.

Entre tanto, Augusto Tandazo, analista energético, considera que cuando el objetivo de una operación es conseguir dinero, las razones técnicas quedan de lado y esto ha sucedido en este caso.

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Para el experto, el Gobierno cae en la misma práctica de otros tantos, que cuando no existe dinero, se debe privatizar el negocio petrolero. (I)