Un examen especial de la Contraloría concluyó que fueron ilegales los contratos de prestación de servicios firmados en el 2009 y el 2012 entre el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y la clínica González, de Lago Agrio, cuyos propietarios son primos hermanos de Ramiro González, expresidente del Consejo Directivo de esa institución pública.

El informe argumenta que la actual Ley de Contratación Pública y la anterior prohíben la suscripción de contratos con miembros de directorios, sus cónyuges y familiares de hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad.

Al respecto, González señaló: “Ahí (informe) no hay ninguna inculpación. Yo firmé con 280 clínicas y la clínica González tenía firmados convenios desde el 2000. No firmé ese contrato porque eso lo hacen los directores generales. Yo no tengo nada que ver ahí”. Añadió que hay otro informe de Contraloría en el que no se recoge la observación sobre ilegalidad.

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En la permanencia de González en el IESS, la empresa de sus primos fue la única clínica privada acreditada para dar servicios de salud en Sucumbíos. En el 2007 esta cobró facturas al IESS por $ 90.022; en 2008 por $ 147.471; en 2009 por $ 249.650; en 2010, por $ 541.829 y en el 2011 por $ 1’224.813.

El informe, aprobado en noviembre de 2014, hace observaciones a la Dirección del Seguro General de Salud Individual y Familiar, entre ellas, que no realizaron llamados públicos para los interesados.

Y agrega que la clínica González fue calificada pese a que no cumplía con los requisitos mínimos exigidos a hospitales de nivel I y no se hacían controles de calidad para evaluar el cumplimiento del contrato.

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Este Diario buscó el pronunciamiento de Galo González Granda, gerente y mayor accionista de la clínica, pero en su oficina indicaron que la empresa no hablará al respecto. (I)