En la biblioteca de su casa tiene más de cuatro mil libros. Leer es uno de sus pasatiempos favoritos; cada mes lee uno o dos textos, de actualización médica, novelas y literatura latinoamericana.

Ahora, Juan Tanca Campuzano desempolvó Cien años de soledad para releer las letras del escritor colombiano Gabriel García Márquez. A sus 81 años, él es el presidente de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca).

Su padre, Juan Tanca Marengo, fundó Solca en 1951 con un grupo de amigos. El ejemplo de él influyó en su vocación por la Medicina, comenta.

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En 1952 empezó su carrera en la Universidad de Guayaquil. Ocho años más tarde se graduó de médico. Luego hizo su especialidad en gastroenterología en Londres (Inglaterra) y Barcelona (España).

En 1961 empezó a trabajar en la consulta externa del hospital que considera su familia, Solca. Entre las habitaciones y pasillos de ese centro ha pasado la mayor parte de su vida.

Con 40 años al servicio se jubiló, pero esa decisión no lo desvinculó de Solca. El presidente del centro de ese entonces, Gustavo Calderón von Buchwald, lo llamó para que forme parte del directorio.

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Ya son cinco años los que Juan Tanca lleva como presidente de Solca. Ahí pasa de 08:30 a 14:00. Pero su día empieza a las 05:00.

A esa hora sale a caminar por su ‘barrio’, por el Parque Histórico, en la avenida Samborondón, junto con su esposa, Teresa Cueto, con quien tiene 52 años de matrimonio.

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Las tardes las pasa en su consultorio y almuerza en su casa. Todos los jueves disfruta de cocinar, especialmente pasta, con sus dos nietos menores, Juan José y Alegra, de 16 y 13 años.

Ese tipo de comida es la que más le gusta, tal vez por su descendencia italiana (de sus abuelos). De la gastronomía local gusta del llapingacho.

Casi todos los fines de semana se escapa de la ciudad para distraerse con su esposa y amigos en Playas, comenta el fanático del tenis y aficionado del Club Sport Emelec.

Él afirma que su inclinación a ese club se dio porque creció en el barrio del Astillero, donde aprendió a boxear con el ‘Gringo Capwell’.

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Entre sus metas está la construcción del edificio de consulta externa –de cinco pisos– junto al actual de Solca, detrás de la unidad de medicina nuclear. El proyecto, que costaría unos $ 5 millones, empezaría el próximo año.

Con el traslado de ese servicio a una nueva torre se ampliará la hospitalización de Solca de 180 a 240 camas. (I)