La pugna política generada por la presentación y luego retiro temporal por parte del Gobierno, de las leyes de Herencias y Plusvalía, estuvo presente ayer en la parte medular de los discursos pronunciados por el presidente Rafael Correa y el alcalde Jaime Nebot, en sendas sesiones cumplidas en el noroeste y el centro de la urbe, por los 480 años del proceso fundacional de Guayaquil.

Correa volvió a cuestionar versiones contrarias a su propuesta de redistribución de la riqueza. Nebot reiteró su criterio de que no se ha asimilado el clamor contrario, expresado en las calles.

Rafael Correa: Ahora o nunca, a más reacción, más revolución

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Las críticas que recibe por su política de gobierno fueron devueltas ayer por el presidente Rafael Correa en la sesión popular, que instaló la Gobernación del Guayas en el sector de Florida Norte por los 480 años del proceso fundacional de Guayaquil.

“Nada justifica las tremendas inequidades que aún vemos en Guayaquil”. Lo dijo tras detallar las transferencias hechas a esta ciudad en los ocho años de su gestión: Unos $ 2.000 millones. Y para indicar que si le dicen que su gobierno ha sido “suertudo” por el alto precio del petróleo de años anteriores, los municipios también lo han sido. “Esas transferencias dependen de los ingresos petroleros y los tributarios (...), en el 2015 Guayaquil recibirá $ 294 millones, 2,4 veces más que antes de nuestro gobierno”. “Muchas veces no se dice cuánto más están recibiendo los gobiernos locales gracias al buen manejo económico de la revolución”.

Las esculturas colocadas por el Municipio sobre los oficios tradicionales, que incluye a un niño betunero, también fueron nuevamente cuestionadas: “La pobreza no puede ser parte del paisaje, parte del folclor, es más fácil maquillar que transformar, es más fácil apalear que resolver, es más fácil evadir que asumir responsabilidades, es más fácil culpar que gobernar”.

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Pero los temas nacionales centraron más su discurso, que duró una hora. Esos minutos los usó para repetir sus descargos a los cuestionamientos que han recibido sus medidas ante el año “duro” por la reducción de los precios del petróleo.

Así insistió en las salvaguardias. “Hemos tomado medidas de protección para la producción nacional como las salvaguardias que nunca afectaron al pueblo, a las grandes mayorías, pese a la serie de mentiras generadas por los de siempre; por el contrario, los beneficiaron, protegieron a esa clase pobre, a esa clase media que depende de la microempresa, de la pequeña y mediana empresa”.

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En que las leyes de Herencias y Plusvalía no afectarán a la mayoría de la población. La Ley de la Redistribución de la Riqueza, retirada temporalmente de la Asamblea “para evitar actos de violencia de la oposición, es muy similar a la de muchísimos países del mundo, pero se nos ha dicho de todo por querer aplicarla; desde comunistas, que no lo somos, hasta que atentamos contra la familia y una serie de disparates. Así se juega con la buena fe de nuestro pueblo”.

Su convocatoria al diálogo la mantiene para aquellos que quieran ser parte de este, pero a quienes considera “desestabilizadores” les dijo que se verán en las urnas en el 2017.

No someteré el bien público a las supuestas necesidades de la economía: los intereses de unos cuantos poderosos, si esto tiene costo, a resistir, pero cambiamos el país radicalmente ahora o no lo cambiaremos nunca. Rafael Correa, presidente

Y aunque aseguró que el 13 de agosto, día que está convocado un paro nacional desde grupos sociales, trabajará “más que nunca”. Volvió a llamar a los que lo apoyan a una mayor movilización y mayor presencia. “Seremos más en las urnas, seremos más en las redes sociales, seremos más en las calles”.

Correa dijo que su gobierno no tiene de qué arrepentirse, porque ha actuado con transparencia y agregó: “Aquí nadie tiene miedo, es hora de tener confianza”. Y dijo que “ahora o nunca” se cambia al país: “A más reacción, más revolución”.

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Saludó a cada uno de los condecorados: El cabo de policía William Álvarez, por honestidad al devolver un dinero hallado afuera de su casa; al padre Marco Paredes, por ayudar a niños de la calle; a Angie Avegno, por mérito deportivo, y al grupo Esperanza de Vida, por su trabajo con personas con cáncer. Se despidió con un “¡Viva Guayaquil equitativo y alegre!”. (I)

 

Jaime Nebot: La libertad y el progreso están en serio peligro

Cuestionamientos a la gestión gubernamental y advertencias por el rumbo que desde el régimen se pretende imponer en el país, marcaron ayer el discurso que pronunció el alcalde Jaime Nebot por los 480 años del proceso fundacional de Guayaquil.

Acompañado de un público que copó la parte sur del Malecón Simón Bolívar, Nebot señaló que la libertad y el progreso del Ecuador están en serio peligro “por la actitud totalitaria y sectaria del Gobierno”. Dijo que se quiere imponer una ideología oficial, un partido predominante y el control de los medios.

Durante su intervención aludió a frases del papa Francisco y Juan Pablo II sobre el fracaso de las ideologías extremistas y el rol que debería tener el Estado en secundar la actividad empresarial para generar oportunidades laborales. “A la pobreza no se la vence con odio y lucha de clases”, aseguró el alcalde al remarcar después que “se quiere una democracia de propietarios y no de mendigos”.

Usó unos minutos para cuestionar el modelo venezolano y el hecho de que el Gobierno admire a ese país porque supuestamente ha reducido la pobreza. En Venezuela, según Nebot, se ha conculcado la libertad y cambiado una política de emprendimiento generador de progreso por la política colectiva de igualdad en la miseria. “La miseria no llegará al Ecuador, debemos unirnos para impedirlo”, aseguró con un tono enérgico.

Al referirse al diálogo convocado por el presidente Rafael Correa, el personero municipal desestimó la propuesta al calificarla de ‘otro engaño’, porque a su criterio es excluyente. “Hoy, asustado, propone el diálogo, como vía para llegar a consensos..., otra mentira”, increpó.

Como en ocasiones anteriores, Nebot ocupó un fragmento de su discurso de unos 40 minutos para hacer una especie de consulta al público, al que preguntó, entre otras cosas: ¿Le creen ustedes a Correa y a su diálogo? Un fuerte ‘no’ retumbó. A la sesión, que se inició a las 17:10, llegaron líderes barriales; exalcaldes; el arzobispo Antonio Arregui; el prefecto del Azuay, Paúl Carrasco; el hermano del presidente, Fabricio Correa.

Al retomar su discurso, Nebot lamentó que el Gobierno no asimile la protesta de la gente e insista con sus inconvenientes propuestas. Criticó los impuestos y que pese a los ingresos del petróleo, el Gobierno ha tenido logros ‘magros’ en materia de pobreza. Además, puso en evidencia un escenario económico complejo. “Hay una peligrosa iliquidez”, advirtió.

Con énfasis señaló que van a exigir al Gobierno que respete la libertad, la democracia y se consulte al pueblo en temas de importancia. “La voluntad del presidente ni de los asambleístas de mayoría no puede convertirse en constitución. El pueblo no ha autorizado esa transferencia de poder”, manifestó Nebot.

Han destruido la confianza, motor del desarrollo; nadie quiere invertir, el autoparo es nacional; no hay crédito ni liquidez, la industria de la construcción, la mayor generadora de empleo, está colapsada. Jaime Nebot, alcalde

Instó a seguir luchando hasta que el Gobierno rectifique o hasta que el pueblo triunfe.

Fuera de lo político, Nebot hizo un repaso a varias de las 376 obras que impulsa. Anunció que la próxima semana hará la licitación para la aerovía y que convocará una subasta para terrenos de Mi Lote 2.

Al iniciarse la sesión se entregaron preseas al mérito cultural para el presentador Alfonso Espinosa de los Monteros y al artista Federico Gonzenbach. Otras al mérito deportivo fueron para Maribel Caicedo, Angie Avegno y Freddy Figueroa.

Espinosa de los Monteros, en una corta intervención, se refirió a las libertades. “No podemos concebir una sociedad sin libertades”, indicó. (I)