El suroeste y el sur de esta ciudad, que ayer celebró 480 años del proceso fundacional, se revistieron con los colores celeste y blanco de la bandera guayaquileña. En banderines plásticos que colgaron en postes de alumbrado público, en los bordillos de las calles que se improvisaron como canchas de índor, en la algarabía de los vecinos irradió el cariño por la urbe.

En el sector de Calicuchima entre la 16 y la 17, el club Cali 13 organizó un torneo relámpago de índor en el que se inscribieron 12 equipos en las categorías niños (8 a 12 años), jóvenes (13 a 18) y adultos (de 18 en adelante). Y alrededor de las 11:30, el primer cotejo juvenil lo protagonizaron las escuadras de Los de la 15 y Maldo 12, este último se impuso por dos goles a cero.

En la calle de hormigón se leyeron los sobrenombres de quienes participaron de este festejo juliano, en el que también hubo el juego de los ensacados. Kevin Chávez, de 14 años, ganó este concurso que disputaron nueve menores.

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Al mediodía, en Tercer Callejón Sedalana entre la Décima y la calle Once, Mercy Rodríguez y vecinos como Pablo Ruiz y Álex Baquerizo ya tenían listo el palo ensebado que convocó a decenas de niños en ese barrio. Fundas de canguil, arroz y otros alimentos se colocaron en la parte alta de la caña.

“Este es el segundo año consecutivo que hacemos esto”, dijo Rodríguez.

En la 16 y Primer Callejón Francisco Segura, como en calles y parques de la cdla. 9 de Octubre, al sur, estos eventos se replicaron. (I)