El papa Francisco pronunció su discurso más duro desde que llegó a Latinoamérica en su cita con representantes sociales, la tarde del sábado, al arremeter contra las ideologías y contra la corrupción.

“No sirve una mirada ideológica, que termina usando a los pobres al servicio de otros intereses políticos o personales”. “Las ideologías terminan mal, no sirven (...), por eso fíjense en el siglo pasado, en qué terminaron las ideologías, en dictaduras, siempre, siempre, piensan por el pueblo, no dejan pensar al pueblo”, lamentó el papa en el estadio León Condou, en el que estaba el presidente paraguayo, Horacio Cartes.

Su mensaje llegó después de referirse al “soldado secuestrado por el ejército”. Luego se confirmó que se trataba de Edelio Morilingo en manos del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) desde hace un año.

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En un discurso apasionado y en parte improvisado, y que fue interrumpido numerosas veces por aplausos, también criticó –tras oír las preguntas de seis personas (campesinos, indígenas, una empresaria y un político)– el “chantaje” del que dijo “es una forma de corrupción” y “que también dejan sin libertad a las personas”.

“Si tú haces esto te vamos a hacer esto, con lo cual te destruimos. La corrupción es la polilla. Es la gangrena de un pueblo”, sostuvo arrancando otro fuerte aplauso.

A veces a mí me da un poquito de alergia, un poco de moquillo, al escuchar discursos grandilocuentes con todas estas palabras, cuando uno conoce a la persona que habla dice ¡qué mentiroso que eres! Por eso, palabras solas no sirven. Si dices una palabra comprométete con esa palabra, amásala día a día, comprométete”.Papa Francisco

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, en su habitual rueda de prensa de resumen de la jornada explicó que el papa se refirió cuando habló de condena a las ideologías a que “hacen prisioneros” porque “no aceptan el diálogo”.

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En ese tema, el mensaje del papa fue que “el diálogo no es fácil. También está el diálogo teatro, es decir representemos al teatro, juguemos al diálogo y después hablamos entre nosotros dos y aquello quedó borrado. El diálogo es sobre la mesa, claro, si vos en el diálogo no dices realmente lo que sientes, lo que piensas y no te paras a escuchar al otro e ir ajustando lo que vas pensando y vas ajustando y conversando, el diálogo no sirve, es una pinturita”.

“La riqueza de la vida está en la diversidad, por lo que el punto de partida no puede ser voy a dialogar pero aquel está equivocado. No, no podemos presumir que el otro está equivocado (...), es un ida y vuelta, pero con el corazón abierto con presunciones de que el otro está equivocado, mejor irse a casa y no intentar un diálogo”. Y agregó que dialogar no es negociar, pues negociar es buscar “sacar la propia tajada, si vas con esa intención no pierdas tiempo”.

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Y habló de la necesidad del crecimiento económico de un país, sin que nadie quede excluido. “La creación de esta riqueza debe estar siempre en función del bien común, de todos y no de unos pocos”. Su última actividad fue con jóvenes. Ya al caer la noche en Paraguay Francisco se despedía desde su papamóvil para regresar a Roma. Y así terminó su gira de una semana, que también incluyó Ecuador y Bolivia. (I)