Las terminales norte y sur de la capital registraron hasta el mediodía de ayer poco movimiento de feligreses, horas antes de la misa campal que el papa Francisco ofrecerá en el parque Bicentenario.

Los agentes de tránsito y de la Policía, sin embargo, se mostraron preocupados por el retorno de los fieles a sus provincias pues temen aglomeraciones.

En la terminal norte (Carcelén), por ejemplo, se esperaba el ingreso de 30 buses desde Tulcán y 40 desde Colombia.

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Según los uniformados, los católicos de ese país ingresarán hasta el sector del Parque de Los Recuerdos, en la cabecera norte del Bicentenario. Y, al sur, los provenientes de Cuenca, Loja y Latacunga, y otros llegarán a la terminal sur en Quitumbe.

Hasta las 14:00 de ayer, en esa terminal no había mayor flujo de pasajeros. Una agente de tránsito mencionó que el operativo mayor se realizará mañana, día en que el sumo pontífice se marchará del país y los viajeros regresarán a sus ciudades.

Mientras que el malestar persiste en los comerciantes que fueron ubicados en zonas aledañas al Bicentenario.

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Se quejan de que la ubicación no fue la adecuada, que los cupos asignados no se respetaron y que se mezclaron los puestos de comidas con los de ropa.

"Es una falta de respeto, un atropello total", dijo Sandra Sandoval, que ocupa uno de los puestos en la zona de la calle Florida, al occidente del parque. Este sector fue en el que más problemas hubo ayer pues no cuenta con instalaciones de luz y baterías sanitarias.

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"No asoman (los coordinadores). Nos botaron el carné y se fueron, es un mal trato", dijo Wilma Masabanda, que junto a un grupo intenta encontrar un mejor sitio, aunque reconocen que de cambiarse sin permiso pueden ser sancionados. (I)