Una paralización parcial se cumplió ayer en las islas Santa Cruz y San Cristóbal, parte del Archipiélago de Galápagos, en rechazo a la recién aprobada Ley Orgánica de Régimen Especial de Galápagos.

La jornada, que duró más de siete horas, registró violentos enfrentamientos entre pobladores y la fuerza pública.

La medida empezó entre las 03:00 y las 05:00, según distintas versiones de los organizadores, y concluyó a las 12:00.

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Jairo Gusqui, coordinador del Frente Insular, la calificó como un “éxito” porque el transporte terrestre se paralizó, varios locales comerciales no atendieron y los padres no enviaron a sus hijos a clases.

Él estuvo en Santa Cruz y desde allá conversó con EL UNIVERSO. Aseguró que fue una “actividad bastante unificadora” de la población.

Anunció que para la próxima semana se alista la presentación de una demanda de inconstitucionalidad a la Ley.

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En Santa Cruz y San Cristóbal, los manifestantes interrumpieron por unas horas la circulación vial en ciertas carreteras. En medio de esa medida se registraron enfrentamientos con la fuerza pública.

Decenas de tuiteros publicaron ayer fotografías de niños supuestamente afectados por gas pimienta.

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Johnny Freire, presidente de la Junta Parroquial de la isla Floreana, pero quien estuvo en San Cristóbal, contó a EL UNIVERSO que hubo “infiltrados” que quisieron “causar el caos”.

Otro dirigente, Galo Herrera, relató a la agencia AP que “los militares están tratando de desalojar a la fuerza y con gases lacrimógenos, pero la gente está rebelde en contra de la reforma aprobada”.

Los ministros del Interior, José Serrano, y de Seguridad, César Navas, denunciaron en sus respectivas cuentas en Twitter que “salvajes” ¬escribió el primero¬ “atacan” ¬expresó el segundo¬ a la fuerza pública.

El paro también generó retrasos o suspensión de vuelos, pero en horas de la tarde estos se normalizaron. (I)

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