Apenas arribe, ciento cincuenta voces de un coro anunciarán su llegada con el himno “Bienvenido, santo padre, mensajero del Señor. Ecuador sus puertas abre al pastor del Rey de Dios (...)”. Esto se escuchará a las 11:15 del próximo 6 de julio, cuando el papa Francisco llegue a la explanada preparada a un costado del Santuario de la Divina Misericordia para la misa campal.

Un grupo integrado por ese número de coristas y músicos guiará con 16 melodías el espíritu de los miles de feligreses que irán al encuentro católico

Luego del himno, escrito por el padre Aníbal Nieto, en el saludo inicial y acto de penitencia se entonarán las canciones Pueblo de reyes, Misa de ángeles y Señor, ten piedad (en latín), para seguir con Gloria y Salmo, cuenta el padre Jaime Cruz, coordinador arquidiocesano de música sacra

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Antes y después de la lectura del evangelio, que tratará acerca de la familia, se entonarán el Aleluya, Te damos lo que nos diste, Santo y Agnus Dei (Cordero de Dios), estas dos últimas serán cantadas en latín.

Ya no eres pan y vino, Grito profeta, Oh, buen Jesús, Milagro de amor tan infinito y el Himno de la familia son las cinco canciones siguientes que entonará el grupo, que en estos días se prepara en la iglesia Rosa Mística, de Sauces 8, en el norte.

Finalmente, en la despedida, la homilía, Francisco saldrá en medio de los cánticos Madre mía y Hoy te quiero cantar.

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Según Cruz, quien pule cada detalle de la música en la misa, este repertorio ha sido aprobado por el Vaticano y será cantado por coristas provenientes de más de 100 parroquias guayaquileñas. Paralelamente se preparan dos grupos más, uno de jóvenes y otro de orquesta de cámara.

“De los tres grupos quedarán 150, es lo que se ha previsto entre niños y adultos”, dice el padre, y agrega que se tiene planeado realizar una convivencia con la selección final, que será publicada el 1 de junio.

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“No son ellos quienes se lucen. El coro va a ayudar a que cante el pueblo, porque esa es su función, no vamos a dar un concierto, vamos a ayudar”, reflexiona el padre. Por ello, dice, se ha dispuesto que todos deben estar confesados y comulgar en la misa campal.

Dentro de 40 días, Cruz, junto con el coro, se ubicará al costado izquierdo del pontífice, del que, asegura, admira su sencillez y espontaneidad. Hasta eso, de lunes a viernes, con profesores de un conservatorio está pendiente y motiva a los coristas en sus ensayos.

Esta preselección está integrada por personas de entre 17 y 50 años de diferentes parroquias como Los Ceibos, San Alejo, Czestochowa, Guangala y otras. Cruz dice que el coro será unísono y polifónico. “Al ser abierto se necesitan muchas personas para llevar mejor el canto”, concluye. (I)

No es que el papa nos va a escuchar y vamos a dar un concierto. Vamos a ayudar a que el pueblo cante la misa, por eso ellos también van a comulgar y centrarse en el propósito.Padre Jaime Cruz, coordinador