El anuncio del alcalde de Quito, Mauricio Rodas (SUMA-Vive), de que el déficit para la construcción del metro de la capital será asumido por el Municipio con un crédito externo no tiene resistencia entre los concejales de Alianza PAIS (AP), pero sí condiciones entre sus aliados del movimiento Vive.

Rodas anunció que gestionará créditos con organismos multilaterales para obtener el financiamiento adicional que se necesita para realizar la obra que, a su criterio, solucionará en gran medida el problema de movilidad, porque habrá soluciones subterráneas, en superficie con el nuevo trole y por aire con el sistema de cables.

Para los ediles de AP, el anuncio del alcalde “tranquiliza” a la ciudadanía que espera soluciones y, para ello, la construcción del metro es la salida, dijo el concejal Eddy Sánchez.

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Lo que corresponde, añadió, es vigilar los términos de la negociación con la empresa ganadora de la ejecución de la obra y conocer cómo se solucionará el problema de la brecha a través del crédito externo.

Y recordó que el bloque de concejales de AP siempre propuso mejorar la negociación con la empresa ganadora para ajustar precios en los costos indirectos e inclusive optar por créditos a quince años plazo.

Antonio Ricaurte, edil de SUMA-Vive, advirtió que apoya la decisión “firme y valiente” del alcalde, quien, sin embargo, estará sujeto a una vigilancia de la Contraloría a todo el proceso.

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Dijo que es necesario solicitar que ese órgano de control realice un examen especial al proceso de construcción; y estar pendientes de la renegociación con la compañía que hizo la oferta más baja.

Ricaurte indicó que uno de los puntos importantes es que lo que se renegocie se establezca como precio final y que no se produzca ningún incremento. “El precio debe ser congelado”, pidió el edil, pues insistió en que el precio real de la obra supera los $ 2 mil millones. (I)