Este mismo año, los 16 millones de usuarios de telefonía celular podrían tener acceso a la tecnología 4G en Ecuador. Esto, luego de que el lunes pasado se cerraron las negociaciones con las celulares privadas Movistar y Claro, las cuales poseen el 97 % del mercado.

“Tras la asignación del espectro, se iniciará la fase de prueba y veremos servicio comercial este mismo año”, informó el ministro de Telecomunicaciones, Augusto Espín, durante el anuncio oficial.

La tecnología permite una mayor velocidad a la hora de navegar en las redes, mejor definición y descarga para videos y teleconferencias.

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La empresa Movistar, a la cual se le asignaron 50 MHz de espectro anunció ayer que sus usuarios podrán tener acceso a la tecnología de cuarta generación en seis semanas.

De acuerdo con José Miguel Casas, presidente de la operadora, la empresa ya venía trabajando el despliegue de la infraestructura, por lo que una vez asignado el espectro tras la firma de adendas que está pendiente, podrían comenzar pruebas pocos días después.

Entre tanto, la empresa Claro explicó a través de un boletín de prensa que su asignación fue de 60 MHz y que 40 MHz serán para 4G y el resto para mejorar el 3G.

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La operadora señaló que es indispensable la “liberalización las restricciones” a la importación de celulares, especialmente smartphones, los cuales serán los “vehículos” para el uso de la nueva tecnología 4G.

Sobre este tema, Espín había indicado el lunes que las restricciones de importación se analizarán en los próximos días en el Consejo de Comercio Exterior (Comex), pero que se “entiende la necesidad de tener nuevas terminales” (celulares).

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Casas, por su parte, explicó que actualmente el país tiene una demanda contenida de smartphone y que para abastecerla se necesitaría un incremento de tres veces el cupo actual ($ 33 millones), es decir, unos $ 99 millones en total en importación.

El acceso al mayor espectro costará a las empresas privadas en total $ 330 millones hasta el 2023 ($ 180 millones a Claro y $ 150 millones a Movistar). Adicionalmente, el contrato contiene la obligación de las operadoras de proveer servicio telefónico en ejes viales ahora desprovistos del servicio.

Casas aseguró que el compromiso es proveer de cobertura de telefonía en 2G, 3G o 4G a 1.000 kilómetros de carreteras. Un 45% está a cargo de Movistar y el 55%, de Claro. (I)