Funcionarios venezolanos confirmaron el martes la deserción de un ex guardaespaldas de Diosdado Cabello, una figura de alto rango del Partido Socialista, pero negaron los reportes de prensa sobre que entregó evidencia a investigadores de Estados Unidos que implicaban al funcionario en una red de narcotráfico.

El diario español ABC y el periódico El Nuevo Herald, con sede en Miami, reportaron que Leamsy Salazar, ex jefe de seguridad de Cabello, había huido y estaba colaborando con las autoridades de Estados Unidos en la investigación de acusaciones sobre la participación de funcionarios venezolanos en el narcotráfico.

Un legislador del partido gobernante confirmó la deserción de un ex agente de seguridad de Cabello, un poderoso y combativo ex soldado que encabeza la Asamblea Nacional y es el segundo al mando del partido gobernante.

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"Desertó en el mes de diciembre de las Fuerzas Armadas y aparece en los Estados Unidos como testigo protegido para difamar, injuriar y tratar de someter al escarnio público al presidente de la Asamblea Nacional", dijo el legislador Pedro Carreño, rodeado por otros asambleístas chavistas.

El Gobierno de Nicolás Maduro salió a defender a Cabello, diciendo que los medios internacionales están confabulados con Estados Unidos para difamar a Venezuela.

"Detrás de esto están las manos imperiales", dijo Maduro en un discurso en la noche del martes, refiriéndose a las acusaciones contra Cabello. "El que traiciona la revolución le espera el infierno de la soledad", agregó.

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El artículo, que cita a fuentes no identificadas cercanas a la investigación en Estados Unidos, dice que Salazar, quien aparentemente trabajó para el fallecido Hugo Chávez durante casi una década, tiene evidencia sobre el rol de Cabello como jefe del "cártel de los Soles", presuntamente compuesto por militares.

Funcionarios venezolanos han negado reiteradamente las acusaciones de que tal cártel exista y exigieron que se muestre la evidencia.

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Empleados públicos estadounidenses, opositores políticos venezolanos y algunos medios extranjeros han acusado durante largo tiempo al Ejército de Venezuela de estar coludido con narcotraficantes y sostienen que el Gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro está, al menos, ignorando el tráfico de cocaína en el país.

Maduro, electo en el 2013 para reemplazar al fallecido Chávez, niega las acusaciones, describiéndolas como una campaña para mancillar a su Gobierno y justificar las agresiones y conspiraciones golpistas.

El diario El Nuevo Herald, de idioma español y que al igual que ABC tiene una línea editorial hostil frente al Gobierno de Venezuela, también reportó que Salazar había traicionado a su antiguo jefe y está colaborando con los investigadores estadounidenses, citando fuentes anónimas.

"Cada ataque contra mi persona fortalece mi espíritu y mi compromiso", dijo Cabello en Twitter, agradeciendo a sus partidarios por los mensajes de apoyo. "Amenazas, infamias, intrigas hemos vivido en estos años de Revolución", agregó.

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