El 71 % de las mujeres de Quito teme ser acosada o sufrir algún tipo de ataque sexual cuando toma alguno de los servicios del Sistema de Transporte Municipal, determinó un estudio reciente del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana (OMSC).

La estadística es más alarmante cuando el 80 % reconoce que, al menos en una ocasión, recibió miradas morbosas y el 50 % de mujeres dice que se han dirigido a ellas con palabras obscenas y abusivas en el interior del Trolebús, la Ecovía o en el Metrobús.

Dayana C., de 27 años, asegura haber sido víctima de ese acoso varias veces. “En una ocasión, cuando todavía estaba en el colegio, viajaba en el Trolebús y sentí que me tocaban, pensé que me querían robar. Cuando regresé a ver me encontré con un tipo que sonreía y me veía con los ojos desorbitados. Tuve miedo y solo me bajé”, relató.

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En julio de este año el Municipio de Quito declaró en emergencia el sistema de Transporte Trolebús. Entre otras cosas, se inició un control de hechos de violencia dentro de los articulados. En apenas dos semanas se retuvo a 145 personas, 9 de ellas acusadas de acosar sexualmente a las pasajeras.

Estas cifras plantearon a las autoridades municipales la necesidad de crear instancias que permitan registrar, dar seguimiento y ofrecer ayuda a las víctimas, pero también asistencia a los agresores.

Desde este mes empezarán a funcionar cinco cabinas de atención exclusiva a las víctimas de violencia y acoso en el transporte público ubicadas en las estaciones de mayor flujo de pasajeros: La Y, Río Coca, Playón de La Marín, Quitumbe y El Recreo.

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Margarita Carranco, exconcejal y secretaria de Inclusión Social del Distrito, dijo que se ha capacitado a los conductores de los tres sistemas para que adviertan sobre la presencia de posibles acosadores y también para que motiven a las víctimas a perder el miedo y denunciar.

En las cabinas, los afectados encontrarán personal capacitado en contención terapéutica y psicológica que darán apoyo de primera mano para vencer el temor y que se pueda dar el siguiente paso, que es denunciar al supuesto agresor.

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“Los Centros de Equidad y Justicia y la Defensoría Pública serán los que tomen nota de la denuncia. Con eso se inicia el proceso judicial en el que se determinará si se trató de una contravención, de un delito y si incluso hubo intento de violación”, explicó la funcionaria.

Usuarios como Lourdes Tirado están de acuerdo con estas sanciones y pide que se las apliquen con rigor. “Indigna que a una le vayan tocando en el bus, pero es más indignante cuando la agresión es en contra de niñas y niños”, señala. (I)

Si una persona está enferma y es un acosador no se resuelve solo enviándole a la cárcel. Algo pasa en esa persona, la atención terapéutica debe ser tanto para la víctima como para el agresor”.Margarita Carranco, exconcejal

Lo que dice la ley
El Código Orgánico Integral Penal (COIP), en su artículo 166, establece sanciones de privación de la libertad de uno a tres años cuando el acoso se produce contra una persona mayor de edad.