A bordo de sus autos, decenas de visitantes llegan diariamente para posar y fotografiarse junto a los monigotes gigantes que se exhiben en una treintena de calles y callejones en el suburbio de Guayaquil.

Chucky, Goro, Calamardo, Robocop, Megamente, entre otros gigantes de papel, se destacan en ese sector, que también rinde un homenaje a Chespirito, comediante mexicano fallecido el mes pasado.

Dos enormes Chavo del Ocho, personaje emblemático que caracterizó el actor, reposan en Gallegos Lara y Maldonado; y la 28 y Argentina. También otros muñecos como Kratos y Calamardo, que están en otras calles, tienen en sus estructuras dibujos alusivos a las creaciones de Chespirito.

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Esta tradición de los monigotes gigantes, que se inició hace más de diez años, está atrayendo cada año más turistas a la ciudad, incluso del extranjero.

“Muchos (turistas foráneos) llegan y nos preguntan por qué quemamos semejante obra”, cuenta Adolfo Alvarado, quien elaboró a un Terminator de 8,5 metros con tubos de cartón y esponja.

A lo largo de este sector, las temáticas de los personajes se basan en series infantiles, películas o videojuegos.

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Julio Briones, creador de un Calamardo, que tiene el corazón del Chapulín Colorado, dice que se pide una contribución voluntaria a los visitantes para solventar sus gastos. Él invirtió $ 600.

Otros artesanos, que quemarán los monigotes los primeros días de enero, cobran $ 1 por la foto.

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Los extranjeros llegan en buses de operadoras de turismo, dicen varios artesanos. “Ayer (jueves) llegaron como 30 turistas, así han venido colombianos, chilenos y más”, cuenta Alvarado, quien lleva diez años fabricando gigantes.

El Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, que recopiló información sobre los monigotes gigantes, registra este año 39 estructuras, superando en un 50% las fabricadas el año pasado.

Pese al aumento de visitas, Briones cree que la zona es segura, pero refiere que los turistas, en algunos casos, deciden tomar fotos desde sus carros por seguridad. “Este año pediré ayuda a la Policía”, dice. (I)

Con el tiempo esto será como el tradicional carnaval de Río de Janeiro, pero sería bueno que haya más apoyo de las instituciones”.Adolfo Alvarado Artesano

 

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