Elogio a otros y a cambio soy bendecido.

Elogio
Los niños resplandecen cuando son elogiados por sus padres, maestros y seres queridos. Brillan con orgullo cuando se les dice que han hecho algo bien o cuando son reconocidos por sus talentos.

Aunque ahora soy adulto, reacciono de la misma manera cuando soy elogiado, experimento una sensación de orgullo cuando otros reconocen mis habilidades.

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Puedo proporcionar satisfacción a los demás al elogiarlos para que ellos también sientan el resplandor del logro y del aprecio.

Hoy hago el esfuerzo consciente de alentar genuinamente a los demás. Señalo sus puntos fuertes y reconozco sus habilidades. ¡Todos disfrutamos cuando nuestra singularidad y nuestros dones son apreciados!

Salmo 33:1
“Aclamen al Señor, hombres buenos; en labios de los buenos, la alabanza es hermosa”. (F)