La venta de drogas tiene el rostro de ‘la abuela’ en Socio Vivienda 2, en el noroeste de Guayaquil, o el de la madre que ofreció a su hija de 14 años a su proveedor de drogas de más de 40 años de edad en la Isla Trinitaria, en el sur de la ciudad. O el de menores que con armas asaltan a los carros para luego ir a comprar en la conocida ‘entrada de la 8’, en la av. Casuarina. Son sitios donde se expenden drogas, según habitantes y comerciantes.