El caso empezó llamándose ‘Fybeca’, luego ‘Las Dolores’ y finalmente ‘González y otros’, y pese a que han pasado once años y recientemente fueron sentenciadas diez personas por la ejecuciones extrajudiciales que se perpetraron en una farmacia del norte de Guayaquil, para cuatro mujeres el episodio aún está inconcluso.

Se trata de Dolores Guerra, Pilar Valenzuela, Mireya Vélez y Katty Cañar, cuyos familiares desaparecieron el mismo día 19 de noviembre del 2003, durante el operativo policial en la farmacia que dejó ocho muertos.

Las cuatro, quienes se reunieron ayer por el aniversario del hecho, coincidieron en que no descansarán hasta que los restos de sus parientes les sean entregados para sepultarlos, aunque Cañar guarda la esperanza de que su hermano Darwin Cañar Reyes esté vivo.

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Ella señaló que Darwin llegó a la farmacia a buscar a su hermano José Cañar, asesinado en el operativo, y fue detenido por reclamar el crimen.

Pilar Valenzuela, en cambio, recordó que su hijo, César Mata Valenzuela, cumplía años el día que desapareció. Relató que se reunió con Johnny Gómez Balda, esposo de Dolores Guerra, también desaparecido, para celebrar su onomástico.

Mientras, Mireya Vélez rememoró que su esposo, Erwin Vivar, era taxista y que llegó al sitio con un capitán que es señalado como responsable de las desapariciones.