En el invierno del 2007, Diego Maruri decidió continuar el legado de su difunto abuelo y apostar por una madera dura y fina que ha ganado la reputación de ser ‘la reina de las maderas’: la teca. Hasta ese año, la hacienda –ubicada en la vía Balzar-El Empalme– tenía 20 hectáreas de teca y él empezó a agregar lotes hasta triplicar el hectareaje sembrado.

Los árboles de la nueva generación, plantados en un primer lote, ahora tienen cerca de 10 metros y han entrado en un periodo en el que se puede hacer ‘raleo’, un corte del cual se aprovecha madera y que se realiza para sacar ejemplares con el fin de que otros crezcan mejor hasta alcanzar su plenitud comercial, a los 18 o 20 años.

Padre de cinco hijos menores de edad, Maruri, un exbeisbolista convertido en tecalero, mira la inversión en este cultivo como un ‘chanchito’ que generará ahorros a futuro. “Es una inversión a largo plazo, para las personas que quieran tener para la educación de sus hijos o como fondo de retiro”, dice.

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Apreciada en la construcción, la teca sigue en expansión, con más áreas de cultivo. La Asociación Ecuatoriana de Productores de Teca y Maderas Tropicales (Asoteca) estima que 4.000 hectáreas se suman cada año. El total cultivado hoy se calcula entre 45 mil y 50 mil hectáreas.

Su valor en el mercado externo es uno de los atractivos. El metro cúbico de bloques de teca está entre los $ 300 y $ 540, según la Organización Internacional de las Maderas Tropicales.

Xavier Elizalde, director ejecutivo de Asoteca, afirma que la demanda de la madera se ha sostenido y el hecho de que la teca se considere como un recurso forestal emergente ha apuntalado el mercado. “Estos bosques plantados ayudan a reducir la presión sobre los cultivos nativos”, asegura.

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India es el principal comprador. Las exportaciones hasta junio alcanzaron $ 11,15 millones. En el 2013 fueron $ 24,49 millones, según ProEcuador.

Para sembrar se requieren entre $ 1.100 y $ 1.500 por hectárea, que al final del ciclo ideal para el corte (20 años) podría rendir más de $ 40 mil.

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Las semillas provienen principalmente de Costa Rica, pero hay productores que están probando con clones. Maruri tiene un ensayo clonal. Hasta ahora, indica, ha comprobado que tienen un crecimiento precoz.

Neoforests es una empresa que ha desarrollado clones a partir de árboles élite. Fernando Montenegro, gerente de esa firma, indica que desde el 2012 ha comercializado 83.000 rametos, de los cuales 59 mil se han vendido este año. Sus clones, asegura, a más del rápido crecimiento, mantienen las hojas más tiempo en el tallo y los árboles crecen rectos.

Pero no solo productores, con inversión propia, están en el negocio. A través del mercado bursátil, más de 1.200 personas naturales y empresas han adquirido acciones forestales en emisiones de plantaciones, que representan 2.885 hectáreas. En esas operaciones se compran acciones para obtener un rendimiento de 15% anual luego de 20 años.

“El rendimiento se acumula a lo largo de la vida de la plantación y se recibe al momento de realizar el corte”, explica Paúl Palacios, del Grupo Siembra.

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Cuidados
Crecimiento

Raleos
Como otros cultivos, la teca necesita de cuidados en los primeros años. Con el paso del tiempo, el cultivo, por ejemplo, requiere raleos sanitarios (corte de árboles que no son necesarios) para permitir el buen crecimiento de la plantación.

Espacio
Muchos productores inician con 1.100 árboles por hectárea, pero van cortando y suelen llegar, al final del ciclo, con los 250 mejores árboles