El Gobierno de Rafael Correa retomará los lineamientos para la reestructuración de las Fuerzas Armadas que se establecieron hace ocho años en el denominado Libro Blanco, elaborado durante la presidencia de Alfredo Palacio.

Un capítulo de ese texto, titulado ‘Reestructuración de las Fuerzas Armadas y transformación de la Defensa’, planteaba la actualización del marco legal y el desarrollo humano de los soldados, a través del mejoramiento de los salarios, la actualización de niveles de educación y contenidos curriculares; también se aspiraba a “reorganizar el sistema de reservas” y “el servicio militar obligatorio privilegiando la calidad”.

A fines de abril pasado, los primeros anuncios de Correa sobre los cambios en las FF.AA. se refirieron precisamente a la optimización de recursos con la reducción de personal y de formación de conscriptos. Esto como parte del plan de modernización de las FF.AA.

Publicidad

La propuesta del actual régimen tiene bases legales, tecnológicas y de capacitación.

La primera se concretó con la aprobación de la reforma a la Ley de Seguridad Pública, en la que se le da un nuevo rol a la milicia: apoyar en tareas de seguridad interna a la Policía.

Y aún está en debate en la Asamblea el proyecto de Código de Seguridad Ciudadana, en cuyo ‘Libro IV’ se plantea la creación de cuatro entidades con la participación de militares: la Comisión Nacional de Tránsito, Cuerpo de Vigilancia Aduanera, Cuerpo de Seguridad Penitenciaria y la nueva Guardia Nacional Ambiental.

Publicidad

Para integrar estos grupos, se requeriría de 7.910 hombres que se sumarían a los 5.523 que forman parte de los ya existentes. En total serán 13.433 personas, reveló el exministro de Seguridad Homero Arellano.

Correa anticipó que hasta el 2025 se prevé la salida de 7.500 militares; es decir que de 42.000 quedarán 34.500.

Publicidad

También se controlará el ingreso a la conscripción para que de los 16.000 jóvenes que se inscriben anualmente lleguen 10.000, con un entrenamiento de 6 meses y que regresarán a los cuarteles durante 15 días, los siguientes 5 años.

Esta medida arrancó en marzo pasado, cuando el Ministerio de Defensa suspendió el llamado al acuartelamiento a la leva de 1995, alegando el inicio de la reforma institucional.

Otro eje es la optimización de las unidades militares y de los equipos de movilización.

Así, se eliminarán 7 fuertes militares y 40 unidades; mientras, se adquirirán tres aviones logísticos caza de España, helicópteros y radares.

Publicidad

Todo el plan contempla una inversión de $ 1.558 millones hasta el 2017.

A esto se suma la implementación de una nueva malla curricular para los militares que tome en cuenta la formación en ciberdefensa, por ejemplo.

Fausto Cobo, coronel retirado y exasambleísta, cree que el Gobierno tiene en la mira el debilitamiento de la institución desde que asumió el poder. “No lo hicieron porque sucedió el ataque de Angostura (1 de marzo del 2008) y la rebelión policial del 30 de septiembre del 2010. Finalmente han aterrizado en su objetivo: de disminuir las capacidades estratégicas”. Esto se daría –dice– con la reducción de efectivos y la supresión de campamentos militares.

Luis Hernández, quien fue comandante en la guerra del Cenepa y constituyente, cree que “cualquier cambio que se quiera hacer debe considerar que la institución conserve su capacidad operativa, no basándose en que las FF.AA. se mueven en base a amenazas, sino que se enfrentan a la incertidumbre del mundo”.

Al catedrático universitario Lautaro Ojeda le preocupa la reforma a la Ley de Seguridad que permite a los militares intervenir en seguridad pública.

“Desde el 2006 hasta el 2013, el Gobierno afirma que la tasa de seguridad era del 18% y ha bajado al 10%, ese es un trabajo de la Policía, lo que es decir que no ha tenido un comportamiento ineficiente”, analiza.

Y recuerda que la formación militar está relacionada con la guerra, “que hay que eliminar (un enemigo), tiene armamento para eso, está preparada para eso; la Policía, en cambio, está formada para dar seguridad al ciudadano, tiene que ver con derechos humanos, tiene otro tipo de formación, ese es un tema que hay que aclarar y que no se ha discutido”.

Este es el desafío del futuro que para enfrentarlo necesitamos estar férreamente unidos. Fuerzas Armadas junto al pueblo, conscientes de esta transformación”.Luis Garzón Jefe del Comaco