Con la salida de Cléver Jiménez, Fernando Villavicencio y Carlos Figueroa –sentenciados por injurias– de la comunidad Sarayacu, se allanaría el camino para que el Estado ecuatoriano cumpla con el resto de la sentencia que emitió la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CorteIDH) y que se refiere al retiro de la pentolita y a las disculpas públicas, explicó el procurador Diego García.