Aproximadamente el 40% de las grandes industrias, de 600 registradas en la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), ha obtenido el nuevo etiquetado de alimentos procesados, aseguró Diana Rodríguez, directora de esa entidad, que se encarga de realizar el trámite.

La normativa sobre el nuevo etiquetado, que entró en vigencia en noviembre del 2013, debe implementarse desde mayo para grandes y medianas empresas, y desde noviembre para pequeñas y microempresas.

El cambio se aplicará mediante un sistema gráfico que establece el contenido de los alimentos con los ingredientes de azúcar, grasa y sal, en niveles altos, medios o bajos, con colores rojo, amarillo o verde.

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Christian Wahli, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab), que agrupa a 60 socios, dijo que la mayoría de sus afiliados realiza el trámite.

En el caso de las pequeñas y medianas empresas, algunas están midiendo el impacto del sistema gráfico en los consumidores, como Lovisone, dedicada a la producción y comercialización de licores finos. Aprovechando la feria Expoalimentar 2014, la semana pasada, en el Centro de Exposiciones Quito, esta compañía presentó la que sería su nueva imagen, incluyendo la barra de colores.

Su gerente, Paúl Reyes, dijo que la propuesta fue presentada a la Arcsa para su aprobación, por lo que aún no se comercializa. En dos meses empezará a poner el producto en el mercado con la nueva etiqueta. Invertiría unos $ 10.000, dijo.