Hay vínculos sanguíneos y políticos. Unos se registran en el oficialismo y otros en la denominada oposición. En el universo de candidatos para los comicios del 2014 hay familiares de dignatarios, de funcionarios del gabinete ministerial y de otras autoridades de Estado.

El caso más reciente es el de Carlos Falquez Aguilar, nueva carta para la Alcaldía de Machala (El Oro) por el PSC.

Él es hijo de Carlos Falquez Batallas, cuya candidatura a la reelección fue descalificada en última instancia el pasado jueves. El partido prevé registrar hoy a Falquez Aguilar.

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Así, hay otros ejemplos.

En Guayas, Rommel Salazar Cedeño, candidato a concejal por la circunscripción 2 de Guayaquil por Alianza PAIS (AP), es hermano de la asambleísta Guadalupe Salazar (AP). Zaida Loayza Romero, quien comparte la lista con el primero, es esposa del Secretario del Agua, Walter Solís. Y Luis Monge Espinel, aspirante al mismo puesto pero por el distrito 3 de Guayaquil, es primo de los hermanos Fernando y Vinicio Alvarado, secretario de Comunicación y ministro de Turismo, en su orden.

En Esmeraldas, Lenin Chica Arteaga, quien busca la Prefectura por Avanza, es yerno del asambleísta Ramiro Tenelema (CREO). Nubia Galván Gracia va por la Alcaldía de Esmeraldas por el mismo partido y es hermana de la asambleísta Esperanza Galván (AP).

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En Manabí, Gabriel Bellettini García, candidato a la Alcaldía de Sucre por AP-Unidad Primero, es esposo de la legisladora Soledad Vela (AP).

En Azuay, María Cecilia Alvarado Carrión aspira a la Viceprefectura por Participa-Igualdad y es hermana de la primera vicepresidenta de la Asamblea, Rosana Alvarado (AP).

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En Chimborazo, Mauro Andino Espinoza quiere alcanzar el Municipio de Riobamba con AP-PK y es hijo del legislador Mauro Andino (AP).

La ley permite la inscripción de estos cuadros, pero su presencia refleja ciertas características de la democracia del país, según algunos analistas.

El coordinador de participación política del Consejo Nacional Electoral (CNE), René Maugé, precisa que el Código de la Democracia no incluye el parentesco (con dignatarios o funcionarios públicos) entre las prohibiciones para registrar listas. Y recuerda que la Constitución dispone que todos los ciudadanos tienen el derecho a elegir y ser elegidos.

Patricia de la Torre, investigadora en Ciencias Políticas en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), sostiene que “una cosa es lo que dice la ley y otra cómo es la dinámica de la cultura política”.

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Ella asegura que la designación de familiares es “una práctica recurrente” en el país, pues la sociedad ecuatoriana tiene “vestigios del cacicazgo”.

Por ello, dice, las agrupaciones políticas aún dependen de un líder y algunos votantes deciden basados en quién “accederá al poder”, ya que así podría concretar obras y servicios.

Paulina Recalde, directora de Perfiles de Opinión, cree que algunas organizaciones subestiman al electorado y piensan que colocar a un pariente generará adhesión.

Ella remarca que los votos no se endosan, y recuerda que varios sondeos han concluido que en general los ministros y asambleístas “no son figuras tan fuertes”.

Al momento, el CNE no cierra del todo la fase de calificación de las candidaturas, pues hay recursos en marcha.