Aún emanan humo los restos de las edificaciones quemadas en el incendio ocurrido ayer en Esmeraldas. Los bomberos siguen lanzando agua a los escombros en una maniobra a la que el jefe del Cuerpo de Bomberos, José Vivero, llama enfriamiento.

El acceso a las calles Mejía y Bolívar está prohibido. Militares y policías mantienen acordonada el área, donde no hay energía eléctrica desde ayer; mientras que desde un helicóptero de la Policía se realiza una inspección aérea del lugar.

Las causas que ocasionaron el fuego aún están siendo investigadas. El edificio de nueve pisos de la ya desaparecida Mutualista Luis Vargas Torres está siendo inspeccionado por técnicos e ingenieros estructurales.

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Dentro de la edificación, los propietarios de las oficinas afectadas tratan de rescatar algo que les pueda servir. El edificio se encuentra a oscuras debido a que toda la zona sigue sin energía eléctrica y los pisos bajos están mojados. En el suelo hay hasta 20 centímetros de agua y espuma acumulada.

Varias oficinas se quemaron completamente. Ahí mantienen sus consultorios jurídicos algunos abogados locales.

En los exteriores del edificio se observa a personal de la Secretaría de Gestión de Riesgos y del MIES, que realiza un censo de los afectados. Inicialmente se habló de 8 edificaciones afectadas.

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Adrián Realpe, teniente de una de las brigadas del Cuerpo de Bomberos, indicó que están tratando de determinar el número de edificaciones destruidas. La zona quedó tan devastada que se dificulta el determinar cuántas habían antes del incendio. Ahora solo hay ruinas y escombros.